Tegucigalpa – El envío de remesas en el mundo sufrirían en el presente año la mayor caída de la historia, según proyecciones del Banco Mundial publicadas este miércoles.
– El Banco Mundial estima que en 2021, las remesas se recuperarán y aumentarán un 5.6 % en el mundo.
Se prevé que en 2020 las remesas caerán marcadamente, cerca de un 20 % en todo el mundo, como consecuencia de la crisis económica inducida por la pandemia de COVID-19 y el confinamiento, señala el organismo internacional.
El Banco Mundial explica que principalmente esta caída obedece en gran parte al desplome de los salarios y el empleo de los trabajadores migrantes, que suelen ser más vulnerables a la pérdida de puestos de trabajo y de salarios durante las crisis económicas de los países que los albergan.
“Las remesas son una fuente de ingresos vital para los países en desarrollo. La recesión económica actual provocada por la COVID-19 está afectando gravemente la capacidad de enviar dinero a los hogares de origen y por eso es aún más urgente que acortemos el tiempo que llevará la recuperación para las economías avanzadas”, sostuvo David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.
En ese orden, el Banco Mundial ayuda a los Estados miembros a hacer el seguimiento de los flujos de remesas a través de diversos canales, así como de los costos y la comodidad del envío de dinero, y de las regulaciones dirigidas a proteger la integridad financiera que afectan los flujos de remesas. Trabaja con los países que integran el Grupo de los 20 (G-20) y con la comunidad internacional para reducir los costos de las remesas e incrementar la inclusión financiera de los pobres.
Se espera que los flujos de remesas se reduzcan en todas las regiones en las que trabaja el Grupo Banco Mundial: la caída más pronunciada se observará en Europa y Asia central (27,5 %), seguida de África al sur del Sahara (23,1 %), Asia meridional (22,1 %), Oriente Medio y Norte de África (19,6 %), América Latina y el Caribe (19,3 %) y Asia oriental y el Pacífico (13 %).
Esta fuerte caída prevista para 2020 se producirá después que las remesas a los países de ingreso bajo y mediano alcanzaron en 2019 la cifra récord de 554 mil millones de dólares. Incluso con esta merma, se espera que los flujos de remesas cobren aún más importancia como fuente de financiamiento para estos países, debido a que, según las proyecciones, la inversión extranjera directa (IED) caerá todavía más (más del 35 %). En 2019, las entradas de remesas en los países de ingreso bajo y mediano superaron los volúmenes de IED, lo que constituyó un hito importante para el seguimiento de los flujos de recursos hacia los países en desarrollo.
El Banco Mundial estima que en 2021, las remesas se recuperarán y aumentarán un 5,6 % hasta ubicarse en los 470 mil millones de dólares. Las perspectivas para las remesas siguen siendo tan inciertas como el impacto de la COVID-19 en las perspectivas para el crecimiento mundial y en las medidas implementadas para restringir la propagación de la enfermedad. En el pasado, las remesas han sido anticíclicas: los trabajadores enviaban más dinero a sus hogares cuando sus países de origen experimentaban crisis y penurias. Esta vez, sin embargo, la pandemia ha afectado a todos los países, lo que genera incertidumbres adicionales.
“Es crucial contar con sistemas de protección social eficaces para proteger a los pobres y los vulnerables durante esta crisis, tanto en los países en desarrollo como en las economías avanzadas. En los países anfitriones, las intervenciones del área de protección social también deben brindar apoyo a las poblaciones migrantes”, dijo Michal Rutkowski, director del Departamento de Prácticas Mundiales de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial.
El promedio mundial del costo de enviar 200 dólares sigue siendo alto: en el primer trimestre de 2020 se ubicó en el 6,8 %, apenas por debajo del valor del año anterior. África al sur del Sahara continuó registrando el costo promedio más alto, cercano al 9 %, a pesar de que los migrantes que se trasladan a otros países dentro de esta misma región constituyen más de las dos terceras partes de toda la migración internacional originada en ella.