San Juan – La Guardia Costera estadounidense informó este martes de que repatrió entre el jueves y el domingo a 47 migrantes a República Dominicana que fueron detenidos en tres operaciones distintas cerca de isla de Mona, una reserva natural situada al oeste de Puerto Rico.
«El trabajo diario realizado por nuestros vigilantes y las unidades de la Guardia Costera y las agencias asociadas que responden es fundamental para detener los viajes de migración ilegal en el mar», dijo en un comunicado Matthew Roman, jefe de respuesta del sector San Juan.
La primera operación se produjo el pasado viernes por la mañana, después de que la tripulación de un avión HC-144 Ocean Sentry de la Estación Aérea de Miami de la Guardia Costera avistara una embarcación improvisada al sur de la isla de Mona.
Los guardacostas del sector San Juan desviaron a la tripulación del cúter (embarcación) Paul Clark para interceptar la embarcación sospechosa.
La tripulación del Paul Clark embarcó de forma segura a 17 hombres y seis mujeres que afirmaron ser nacionales de República Dominicana.
Diecinueve migrantes de este caso fueron repatriados a un buque de la Armada de la República Dominicana frente a Punta Cana, mientras que otros cuatro que esperaban ser procesados fueron transferidos el domingo a la custodia de la Patrulla Fronteriza estadounidense en San Juan.
La segunda operación se llevó a cabo el sábado por la tarde, después de que la tripulación de un avión HC-144 Ocean Sentry de la Estación Aérea de la Guardia Costera de Miami avistara una embarcación improvisada sospechosa que transitaba por el suroeste de la isla de Mona.
Los guardacostas del sector San Juan desviaron al buque guardacostas Paul Clark para intervenir la embarcación.
Al llegar al lugar, la tripulación del Paul Clark desplegó la lancha Over the Horizon del cúter y comenzó a perseguir la embarcación sospechosa.
Poco después, los guardacostas embarcaron a 27 migrantes, 22 hombres y cinco mujeres, de los cuales 24 afirmaban ser de República Dominicana y otros tres haitianos.
Veintidós de los migrantes detenidos en esta operación fueron repatriados a un buque de la Armada de República Dominicana frente a Punta Cana.
Mientras que otros cinco que esperaban ser procesados fueron transferidos el lunes a la custodia de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. en Aguadilla, Puerto Rico.
La tercera operación se produjo el 23 de octubre, cuando la tripulación del guardacostas cúter Joseph Napier detuvo una embarcación improvisada, después de que agentes de un avión de patrulla marítima la avistara en aguas al norte de Aguadilla, en el oeste de Puerto Rico.
La tripulación embarcó a los siete migrantes, entre ellos seis hombres y una mujer, que afirmaron ser nacionales de República Dominicana.
Seis de los migrantes de esta intervención fueron repatriados a República Dominicana, mientras que otro migrante pendiente de enjuiciamiento fue transferido a la custodia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
Por otro lado, diez de los inmigrantes interceptados permanecen bajo custodia de Estados Unidos para ser procesados por el Tribunal de Distrito de EE.UU. de Puerto Rico.
«Instamos a cualquiera que esté pensando en participar en uno de estos viajes a que no confíe su vida a los traficantes de personas. No se hagan a la mar, estos viajes son extremadamente peligrosos», advirtió Roman.
Los migrantes enfrentan varios cargos incluyendo el intento de reentrada en Estados Unidos en virtud del 8 U.S.C. 1326, la entrada ilegal en los Estados Unidos en virtud del 8 U.S.C. 1325, y el incumplimiento de la obligación de arriar en virtud del 18 U.S.C. 2237.
El Pasaje o Canal de la Mona, que separa Puerto Rico de República Dominicana, es una ruta migratoria muy utilizada por los dominicanos y haitianos que tratan de llegar a Puerto Rico, un Estado Libre Asociado a EE.UU.