Phoenix (AZ) – Las largas filas que sufren los camiones de carga en la frontera con México por la decisión del Gobierno de enviar a agentes de aduanas a ayudar en tareas migratorias están provocando elevadas pérdidas económicas a empresas estadounidenses, que piden solucionar esta situación.
«No solo afecta al comercio estadounidense, sino a la industria maquiladora, automotriz y las cargas con productos perecederos de México. Entre más tarda un camión en pasar más pérdida se registra sobre la mercancía», dijo a Efe Luis Ramírez, asesor internacional de la mesa directiva de la Cámara de Comercio Hispana en Arizona.
Los camiones deben esperar horas antes de poder pasar los puertos fronterizos en Arizona, Nuevo México, California, pero, según Laura Murillo, presidenta de la Cámara de Comercio Hispana en Houston, Texas está «recibiendo el golpe económico más fuerte», con retrasos de hasta 19 horas.
Murillo aseguró que el impacto económico en Texas es muy grande y con los actuales retrasos los «costos suben y las pérdidas son millonarias».
Para hacerse una idea del alcance de la decisión del Gobierno de reubicar hasta 750 funcionarios que examinan vehículos y transporte de carga en los puertos de ingreso, hay que tener en cuenta que unos 16.000 camiones y 1.400 vagones circulan a diario solo por el paso de Laredo, según la Cámara de Comercio local.
Por ello, comunidades fronterizas han solicitado la intervención del Congreso para que las labores en los puertos de entrada regresen a su normalidad y que se reclute más personal para las garitas, explica Ramírez.
«Nos encontramos en una situación crítica, y eso se debe de prevenir a futuro», aseguró.
Murillo se sumó a la petición a lo congresistas para que intervengan ante estas disposiciones que están afectando las «relaciones bilaterales» y la «económica de ambos países».
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) decidió reasignar los deberes de los inspectores para ayudar a la Patrulla Fronteriza para encarar el elevado ritmo de las llegadas de migrantes, en su mayoría centroamericanos.
En marzo, fueron detenidas 92.607 personas entre los puertos de entrada por cruzar ilegalmente la frontera con México, en comparación con los 66.884 en el mes de febrero y los 47.984 en enero.
La Asociación de Negocios de Texas reconoció que uno de cada cinco empleos en el estado depende del comercio, que también se ve afectado por la lentitud en los puertos de entrada.
Felipe García, vicepresidente ejecutivo de la cámara binacional Visita Tucson (Arizona), reconoció a Efe que los prolongados tiempos de espera están creando un «impacto muy fuerte» en la economía del estado.
«No solo afecta al exportador mexicano, sino también al proveedores estadounidense, vengo regresando de México y ahorita están buscando mover (transportar) los productos por avión, lo que aumenta los costos», indicó.
Dice que estas políticas «movidas por la crisis migratoria» se podría pensar que solo afectan a la frontera sur, pero aseguró todo el país se ve perjudicado económicamente «fuertemente».
«Esto impacta toda lo economía, creen que solo de sur a norte, pero perjudica a Estados Unidos, sino cambiamos esa visión, será el consumidor el más afectado, en realidad es un tema de impacto nacional», resaltó.
Ramírez indicó que estos retrasos están ocasionado un «impacto dominó» en la economía, ya que en Nogales, Douglas y San Luis cruzan a diario unos 8.000 camiones diarios, pero con los retrasos de horas solo logran cruzar 5.000 por día.
Sandra Martínez, directora la Cámara de Comercio de Eagle Pass (Texas), dijo que el problema de la escasez de agentes aduaneros en los puentes internacionales es preocupante y teme que sea «para largo».
Se calcula que cerca de 7.000 camiones de carga esperan en Ciudad Juárez (México) para cruzar a Estados Unidos y se han formado filas de cinco kilómetros que tardan hasta 12 horas en pasar la aduana en los puentes fronterizos de Zaragoza y Córdova Américas, situación que ha generado pérdidas económicas a maquiladoras, exportadoras y comercializadoras.