Tegucigalpa  El cortometraje «Riccy» recuerda el asesinato de la colegiala Riccy Mabel Martínez, a inicios de la década de 1990, y busca «sensibilizar» sobre la violencia de género en Honduras, país que anualmente registra al menos 300 asesinatos de mujeres, dijo este sábado a EFE su directora, Mildred Tejada.

El trabajo como guionista y directora de Tejada nace para «sensibilizar» a la población sobre la necesidad de respetar los derechos de las mujeres en Honduras y también recordar uno de los «feminicidios más emblemáticos» del país.

La producción, de 29 minutos, muestra la historia de Martínez, que tenía 17 años cuando fue violada y asesinada, tras desaparecer el 13 de julio de 1991 después de salir de visitar el Primer Batallón de Comunicaciones para gestionar la liberación de su novio, que había sido reclutado por la fuerza.

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Su cadáver fue hallado dos días después en estado de descomposición y con señales de violación y tortura, en un riachuelo en la periferia de Tegucigalpa.

Por la muerte de la estudiante fueron condenados el coronel Ángel Castillo, jefe del batallón que ella visitó, y el sargento Santos Llovares, que se inculpó en el hecho, aunque después se retractó.

Castillo fue condenado en 1992 a 16 años y medio de cárcel por violación y homicidio, pero su sentencia fue anulada en 1998. Llovares fue sentenciado a 10 años y medio por homicidio.

El corto, producido por Herson Ortega, de Technos Media, parte de una idea de «inmortalizar» algunos «episodios terribles, homicidios e injusticias» contra las mujeres en Honduras, señaló Tejada, periodista de profesión.

«El pueblo entero sintió repulsión por un caso tan abominable y también (me marcó) cómo se manejó mediáticamente porque algunas personas decían: está bueno que le pase, quién la manda a andar en minifalda e ir a un batallón», explicó.

Hacer cine, un camino cuesta arriba en honduras

El asesinato de Riccy es uno de los «feminicidios más terribles de la historia» de Honduras y «aún sigue en la impunidad», subrayó Tejada, quien cuestiona la alta impunidad, más del 90 %, que rodea las muertes violentas de mujeres.

Para Tejada, la violencia de género en Honduras es «muy dura» porque a las mujeres «las matan por el simple hecho de ser mujer», por lo que anhela que su producción «sensibilice» a la población sobre la importancia de eliminar la violencia machista y respetar los derechos de las mujeres.

Las mujeres «seguimos callando la violencia, no la denunciamos y la seguimos normalizando, vemos como normal que se pueda golpear o matar a una mujer», enfatizó la hondureña, que deplora el poco apoyo en el país para promover el desarrollo del cine.

Asegura que producir cine en Honduras es un camino «cuesta arriba», a pesar de que el país tiene desde 2019 una ley del Cine, que creó un fondo de 1,6 millones de dólares anuales para promover el desarrollo de este sector.

La Dirección General Cinematográfica debe velar por el cumplimiento de la ley, señaló Tejada, quien piensa ya en realizar un corto sobre el asesinato de la universitaria Keyla Martínez, muerta por asfixia mecánica en 2021 en una estación policial, o el caso de Vicky Hernández, una mujer transexual y defensora de derechos humanos ejecutada de forma extrajudicial en junio de 2009.

Pese a no contar con ayudas públicas para la realización de su corto, Tejada destaca que «Riccy» ha ganado este año tres premios: uno a mejor dirección de cine, en el Berlín Women Cinema Festival; otro a mejor corto narrativo, en Miami Women Film Festival, y otro a mejor corto del año, en el Festival de Saria en Florida.