Roma– Roma recordó hoy a Gabriel García Márquez cuarenta años después de ser galardonado con el Nobel de Literatura, en un acto en la Embajada de Colombia en Italia, para homenajear al más célebre escritor latinoamericano.

«Es un gran honor rendirle este homenaje a ‘Gabo’, precisamente en Roma, una ciudad donde él vivió, donde una de las calles que conduce a la Casa del Cinema lleva su nombre y donde además se sentía como en casa», dijo la embajadora designada de Colombia en Italia, Ligia Margarita Quessep.

Aquí conoció el neorrealismo italiano, una de sus principales inspiraciones para consolidar lo que él llamó «realismo mágico», añadió Quessep, que en breve presentará sus cartas credenciales ante el presidente italiano, Sergio Mattarella.

En el acto, que tuvo lugar en el marco de la Feria del Libro de Roma, “Piú Libri, Piú Liberi” (Más libros, más libres) en el Palacio de Congresos, también participó el embajador de México, Carlos García de Alba, y contó con la conexión por videoconferencia del hijo del escritor, el director de cine Rodrigo García Barcha.

Desde la oficina de Ciudad de Mexico donde «Gabo» recibió la noticia de que había sido galardonado con el Nobel, García Barcha fue el encargado de abrir el evento.

«En esta oficina en 1982, la mañana en que fue proclamado Premio Nobel, Gabo dio orden de abrir la puerta a todo aquel que quisiera venir. Y aquí mantuvo una especie de rueda prensa improvisada en la que entraban y salían los periodistas que duró todo el día», explicó.

Fue «un aluvión de personas» el que se presentó en el mismo despacho en el que García Márquez escribió «El amor en los tiempos del cólera», «Crónica de una muerte anunciada» o «El general en su laberinto».

«Es un lugar muy especial para nosotros», explicó su hijo mientras hacía «un pequeño tour» con la cámara para que todos los presentes pudiesen verlo.

La escritora, poeta y traductora Martha Canfield, el profesor de literatura de la Universidad de la Sapienza de Roma Stefano Tedeschi y el escritor y experto en García Márquez Eduardo García disertaron sobre su vida y su obra.

Italia siempre fue un lugar muy especial para García Marquez, que tiene una calle dedicada a él en el parque de Villa Borghese, a pocos metros de la Casa del Cinema, un gesto simbólico pues Gabo estudió cine en la capital italiana.

«Gabo» llegó a Roma en 1955 como corresponsal de El Espectador para seguir el estado de salud del papa Pío XII, y se quedó durante más de un año para estudiar cine en la ciudad, una formación que afianzó «su relación con el séptimo arte».