Tegucigalpa – En un país donde las montañas son más que un paisaje, sino un símbolo de esperanza, resiliencia y grandeza, Rosibel Cruz Aguilera ha llevado el nombre de Honduras a las cimas más altas del planeta.

-Más allá de sus logros deportivos, Rosibel es una embajadora apasionada de Honduras. En cada cumbre, lleva consigo la bandera de cinco estrellas, promoviendo la riqueza natural, cultural y humana de su país.

-Su rutina de entrenamiento incluye resistencia, fuerza, velocidad, natación, pesas y cardio, complementada con ascensos semanales en lugares como La Tigra o Uyuca.

Esta alpinista, empresaria y madre de familia ha superado todo tipo de barreras y establecido récords, demostrando que con disciplina, pasión y un amor inquebrantable por su patria, no hay cima inalcanzable.

La hondureña platicó con Proceso Digital, y  contó su más reciente hazaña, conquistar el Nevado Sajama, el punto más alto de Bolivia a 6 mil 542 metros sobre el nivel del mar.

El Nevado Sajama es un estratovolcán en Bolivia, ubicado en el Parque Nacional Sajama, al oeste del país, en el departamento de Oruro. Su altura de 6 mil 542 metros lo convierte en todo un reto para los alpinistas y la hondureña lo logró, no fue fácil y existió un período de preparación para poder contar con las condiciones físicas y mentales para este reto, contó.

Este reto lo logró al lado de su esposo, pieza fundamental en cada expedición. La conquista del Nevado Sajama es un nuevo récord, ya que se convirtió en la primera hondureña, así como la primera pareja catracha en subir al punto más alto de la álgida montaña.

Narró que el día que conquistó esta montaña también fue la única mujer en subir, si se toma en cuenta que se registraron varias expediciones de turistas.

“Esta es una de las montañas más duras, frías, técnicas y desafiante”, dijo la catracha a Proceso Digital.

Uno de los mayores retos de esta montaña, además de las bajas temperaturas, fue la desolación del lugar, narró.

De los senderos de Honduras a las cumbres del mundo

Rosibel Cruz, nacida en Tegucigalpa, no siempre soñó con escalar montañas. Licenciada en Administración de Empresas, con una maestría en Dirección Comercial y Marketing, y otra en Administración de Empresas en Manejo de Proyectos Complejos por INCAE, dedicó más de 30 años a una exitosa carrera en la banca hondureña. Sin embargo, en 2019, un giro en su vida la llevó a descubrir el montañismo, un deporte que transformaría su destino y la convertiría en un ícono del orgullo catracho.

Todo comenzó con carreras de calle, una actividad que adoptó por recomendación médica para equilibrar su vida entre el trabajo y el bienestar personal. Pronto, las competencias de trail running (carrera de senderos) la llevaron a los senderos montañosos de Honduras, como La Tigra, El Hatillo y Cerro Cimarrón. “Fue en la montaña donde encontré mi pasión. El contacto con la naturaleza, la exigencia física y mental, me hicieron sentir viva”, relató.

El primer gran desafío de Rosibel fue conquistar las cumbres más altas de Honduras, empezando por Cerro Las Minas en el Parque Nacional Celaque, a 2 mil 849 metros sobre el nivel del mar (msnm), en 2019. Este logro marcó el inicio de una ambiciosa travesía: escalar las siete cumbres más altas de Centroamérica.

En tiempo récord, Rosibel alcanzó la cima de picos emblemáticos como El Pital (Honduras/El Salvador), Mogotón (Nicaragua), Chirripó (Costa Rica), Volcán Barú (Panamá), y los volcanes Tacaná y Tajumulco (Guatemala).

Aconcagua 2024

El 3 de febrero de 2024, un día simbólico por coincidir con la festividad de la Virgen de Suyapa, Rosibel Cruz hizo historia al convertirse en la primera hondureña en alcanzar la cima del Cerro Aconcagua en Argentina, a 6 mil 960.8 metros sobre el nivel del mar, la segunda montaña más alta del mundo después del Everest.

Junto a su esposo, Marlon Romero, también se convirtieron en la primera pareja centroamericana en lograr esta hazaña, conocida como el “Techo del Continente”.

El Cerro de Aconcagua, ubicado en Argentina, tiene una altitud de 6 mil 961 metros y está incrustado en la Cordillera Central de Los Andes.

Esta hazaña la realizó en 10 días en lugar de los 20 previstos, fue un desafío monumental.

En total fueron 100 kilómetros de recorrido, enfrentando temperaturas de -25 grados Celsius, vientos fuertes y terrenos escarpados.

Nevado Sajama

Su más reciente hazaña, el Nevado Sajama, requirió un exigente nivel de preparación, confesó a Proceso Digital.

“Este imponente volcán extinto requiere una aclimatación adecuada, así como un buen nivel físico y mental, para afrontar las duras condiciones de la alta montaña, incluyendo la gran altura, la sequedad, las bajas temperaturas y los fuertes vientos”, expresó.

En ese sentido, detalló todas las montañas que debió conquistar primero antes de afrontar el reto de subir el Nevado Sajama.

1- Nevado Chacaltaya a 5 mil 421 msnm (Bolivia)

2-Mirador Alaxpacha-Valle de Las Animas a 4 mil 600 msnm

3-Laguna de Arkhata, ubicada en la parte Sur del Nevado de Murarata a 4 mil 906 msnm

4- Volcán Thunupa, al lado del Salar de Uyuni, ubicado a 5 mil 321 msnm

5- Parque Tuni Condoriri, Laguna Chiar Khota a 4 mil 650 msnm

6- Pico Tarija, en la Cordillera Real, al lado del Pequeño Alpamayo, a 5 mil 328 msnm ‎

Una embajadora de Honduras

Más allá de sus logros deportivos, Rosibel es una embajadora apasionada de Honduras.

En cada cumbre, lleva consigo la bandera de cinco estrellas, promoviendo la riqueza natural, cultural y humana de su país.

Además, Rosibel combina su pasión por el montañismo con su compromiso social.

En ese contexto, participa en causas benéficas y filantrópicas, y busca inspirar a más mujeres a incursionar en un deporte donde la presencia femenina aún es limitada.

Rosibel Cruz Aguilera es mucho más que una alpinista; es un símbolo de lo que significa soñar en grande y trabajar incansablemente para alcanzar esas metas.

Su historia resuena en un país que necesita héroes cotidianos, personas que, como ella, demuestran que los límites están para romperse. Desde las cumbres de Centroamérica hasta el Techo de América, y con la mirada puesta en el Everest, Rosibel lleva a Honduras en el corazón y en las alturas. (RO)