Los Ángeles.- Rudy Salas se ha convertido en una ficha clave para que los demócratas recuperen el control de la Cámara Baja de EE.UU. al competir por un distrito de California agrícola, hispano y en el que su partido ha superado en los últimos años al republicano en el registro de votantes.

Salas, de 47 años y quien busca hacer historia como el primer hispano elegido al Congreso del país por el Distrito 22, dijo a EFE que espera dar a su comunidad un líder que luche por sus verdaderas necesidades.

El candidato enfrenta por segunda vez al congresista republicano David Valadao, que ganó las elecciones en 2022 por apenas 4.000 votos de diferencia, en un distrito donde cerca del 60 % de los votantes elegibles son latinos.

«Los habitantes de esta área tienen muchas preocupaciones que se pueden abordar desde el Congreso y yo voy a trabajar desde allí para que su situación mejore», indicó Salas en entrevista telefónica.

La contienda electoral ha llamado la atención a nivel nacional porque el latino tiene posibilidades de obtener una victoria en esta zona agrícola del Valle de San Joaquín, que ha sido un bastión republicano, dominado por los intereses de los grandes rancheros.

Sin embargo, en este distrito, que abarca los condados de Kern, Kings y Tulare, ahora la mayoría de los votantes registrados son demócratas (41,2%), mientras los republicanos representan el 27,3% y los independientes el 23,1%.

El latino que quiere dejar una huella

Salas aseguró estar preparado para llegar a Washington tras una década en la Asamblea de California, donde apoyó leyes a favor de la gente trabajadora como su padre, con quien cultivó en el campo.

 Antes ya había  marcado un hito al ser el primer miembro latino del Concejo Municipal de Bakersfield, la ciudad donde nació y la más importante del distrito.

Al preguntarle sobre la diferencia de esta campaña con la pasada, el candidato explica que la poca participación en 2022 lo puso en desventaja frente a su oponente, por lo  que en este ciclo se ha dedicado a «educar a los votantes de por qué esta elección es tan importante para ellos y sus familias».

El hispano inició desde el año pasado este proceso, que le ha llevado junto con sus colaboradores a tocar más de 150.000 puertas, realizar más de un millón de llamadas y decenas de foros con la comunidad.

En ese recorrido encontró que las mayores preocupaciones de los habitantes de este distrito, donde siete de cada diez tienen raíces latinas, se centran en la salud, la educación, el acceso al agua potable, la economía, la vivienda asequible y la inmigración.

«He escuchado muchas historias de familias de estatus migratorio mixto que llevan diez, veinte años o más esperando por una reforma migratoria», señala el candidato, que recibió el respaldo del Sindicato de Trabajadores Agrícolas (UFW, en inglés).

Salas apoya un camino a la ciudadanía para los indocumentados de larga data y se opone a la propuesta de las deportaciones masivas y la ampliación de los centros de detención de migrantes.

Pero su campaña también se ha enfocado en sacar a la luz las posiciones contradictorias de Valadao, que completará 12 años en el Congreso de EE.UU. y actualmente es miembro del poderoso Comité de Asignaciones y del Comité de Presupuesto de la Cámara.

Le critica los votos del republicano contra las leyes para reducir el costo de los medicamentos, la de Cuidado de Salud Asequible, mejor conocida como Obamacare, y la de Infraestructura, que tuvo apoyo bipartidista, entre muchas otras.

Los demócratas necesitan dar la vuelta a por los menos cuatro puestos de la Cámara Baja -actualmente controlada por los republicanos con 221 escaños- por lo que la contienda de Salas ha cobrado relevancia.

Aparte del distrito 22, California tiene otras cuatro contiendas reñidas donde el Partido Demócrata tiene puestas sus esperanzas para lograr una victoria y recuperar el control del Congreso.

A sabiendas de la responsabilidad que carga sobre sus hombros, el latino ha hecho un llamado a los votantes a que le ayuden a «marcar la diferencia en la vida de las personas». EFE