Tegucigalpa – El arzobispo de la diócesis de Danlí, Monseñor José Antonio Canales, pidió perdón a los migrantes en tránsito por el trato que Honduras les da a su paso, el cual no es digno según el sacerdote.

En entrevista con Proceso Digital el religioso expresó “pido perdón a los migrantes, pido perdón a los hermanos y hermanas que han venido de otras tierras le ha tocado cruzar el territorio nacional de Honduras, les pido perdón por la forma poco humanitaria, poco cristiana que hemos tenido para tratarlos desde los entes gubernamentales hasta algunas personas que también se aprovechan de ellos”.

Tras pedir perdón, les exhortó a que mantengan la esperanza y la confianza en el Señor y que el esfuerzo que están haciendo va a tener repercusiones positivas en sus vidas.

El sacerdote acusó que Honduras cuenta con una Ley de Migración y Extranjería antiinmigrante.

“Que Honduras tenga una ley antiinmigrante es terriblemente contradictorio ya que con cuánta frecuencia el gobierno pide clemencia, misericordia y sentido humanitaria para acoger a los migrantes nacionales”, declaró.

El arzobispo consideró, que la forma en que Honduras trata a los migrantes en tránsito es escandalosa para un país que pide clemencia.

Compartió que incluso los misioneros de la Iglesia Católica que vienen a trabajar a Honduras y a quienes solo se les ofrece techo y alimentación deben pagar onerosas multas impuestas por el Instituto Nacional de Migración (INM).

“Ni siquiera los misioneros escapan de la voracidad con que se les multa, la multa menor para los misioneros es de 2 mil 500 lempiras”, apuntó.

“Ni siquiera los misioneros se escapan de esta ley y de estas instituciones que tratan pésimamente a los extranjeros en Honduras”, continuó.

Honduras aprobó una amnistía migratoria en agosto y luego su ampliación en diciembre con la que los migrantes irregulares quedan exonerados del pago de una multa de 238 dólares equivalentes a 5 mil 789.66 lempiras.

Exactamente el 01 de junio próximo vence la ampliación de la amnistía migratoria, eso significa que los migrantes en tránsito por Honduras deben volver a pagar una multa administrativa de 238 dólares equivalentes a 5 mil 789.66 lempiras.

Ante el escenario de volver a cobrar a los migrantes en tránsito, el religioso consideró que se trata de una política no humanitaria y se unió a varias voces que piden una reforma a la Ley de Migración y Extranjería de Honduras.