Roma – El exministro del Interior Matteo Salvini está siendo investigado por difamación a raíz de la denuncia que presentó el pasado julio la capitana del barco humanitario Sea Watch3, la alemana Carola Rackete.
Según fuentes citadas por los medios, la Fiscalía de Roma procedió al registro de este caso y lo ha transferido a Milán, donde reside Salvini, por ser el lugar de competencia territorial.
En la denuncia presentada por Rackete se pedía el cierre de las redes sociales del líder de la Liga por los insultos vertidos contra ella y llamamientos que se consideraban una incitación al odio, durante los días que duró la crisis del Sea Watch, que finalmente forzó su entrada en el puerto de Lampedusa para desembarcar a 40 inmigrantes rescatados.
El exministro ha reaccionado poco después en sus redes sociales, considerando que para él es «una medalla» el ser investigado en este caso.
«Denunciado por una comunista alemana, traficante de inmigrantes, que embistió contra una lancha de la Guardia de Finanzas (fronteras). Para mí es una medalla. Yo no me rindo nunca», escribió en Facebook.
Rackete presentó el 12 de julio una querella contra el entonces ministro del Interior, al que acusó de difamación y de poner en peligro su seguridad por criminalizarla.
En el documento de 14 páginas presentado por su abogado, Alessandro Gamberini, se acusó al líder ultraderechista de «difamación agravada» e «instigación a delinquir», por las amenazas, incluso de violación, que recibió la joven alemana en redes sociales y de parte de una multitud de exaltados cuando atracó su barco en Lampedusa el 29 de junio.
En la denuncia se detallan 22 ofensas del líder de la Liga contra Rackete, de 31 años, contenidas en sus vídeos en directo en Facebook, en Twitter y en algunas entrevistas de televisión, y se afirma que las páginas oficiales de Salvini difunden «un mensaje de odio».
Rackete denunció que Salvini la ha calificado «pública y repetidamente» como «chulita, fuera de la ley, cómplice de traficantes, potencial asesina, criminal, delincuente, pirata», entre otros insultos, lo que ha puesto en peligro su seguridad personal y la ha expuesto a posibles agresiones.
Y también se transcriben las ofensas sexistas aparecidas en los comentarios a las publicaciones de Salvini y las que le gritaron cuando desembarcó a los 40 migrantes en Lampedusa. «¡Espero que te violen cuatro negros!», fue uno de los gritos racistas y machistas lanzados por algunos de los presentes cuando fue detenida.
«Atención, ha llegado la señorita Carola que me quiere cerrar las redes. No hay límite para lo ridículo. ¿Entonces ahora solo puedo usar Instagram?», se burló entonces Salvini.
Carola Rackete se convirtió en una heroína tras desafiar la prohibición del ministro del Interior y su política de «puertos cerrados», y defendió su decisión de llevar su barco al puerto de Lampedusa desesperada por no poder desembarcar a 40 inmigrantes rescatados 17 días antes en el Mediterráneo.
Ello le valió ser detenida, pero una jueza de Agrigento (Sicilia) ordenó su liberación al considerar que era su obligación humanitaria rescatar a los migrantes.
Savini ha quedado fuera del Gobierno italiano tras la formación del nuevo ejecutivo de coalición entre el Movimiento 5 Estrellas, su antiguo socio, y el Partido Democrático.