Roma – El líder ultraderechista italiano Matteo Salvini pidió hoy que el Gobierno de su país imite la medida del Ejecutivo español, que ha desplegado doscientos agentes suplementarios para reforzar el control de la frontera con Marruecos, después de la entrada irregular este lunes en territorio español de cerca de 6.000 personas en la ciudad española de Ceuta en 24 horas.
«España (con un gobierno de izquierdas) despliega el Ejército en las fronteras para bloquear la entrada ilegal. Esperamos noticias del Ministerio del Interior…», escribió en tuiter el líder de la Liga, formación que apoya el actual Gobierno italiano de «unidad» de Mario Draghi.
Salvini, que impuso una férrea política de puertos cerrados a la inmigración cuando fue ministro del Interior, entre junio de 2018 y septiembre de 2019, será juzgado por impedir en aquel momento el desembarco de unos 150 migrantes salvados por el barco de la ONG española Open Arms.
Miles de marroquíes procedentes de diferentes regiones, subsaharianos y hasta ciudadanos de países árabes como Yemen están dirigiéndose por segundo día consecutivo desde la ciudad marroquí de Castillejos hacia la ciudad española de Ceuta en una caravana imparable, en una situación inédita nunca vista en la historia de la ciudad.
La Policía marroquí mantiene las barreras fronterizas, pero no actúa cuando los cientos de migrantes los rodean y buscan un hueco para pasar.
El Gobierno español ha enviado a 200 agentes suplementarios a Ceuta (150 policías y 50 guardias civiles) para reforzar el control fronterizo, además de personal específico de la Policía Científica y de Extranjería y Fronteras para agilizar los trámites de devolución en aplicación de un acuerdo con Marruecos.
Según el presidente del Observatorio del Norte para los Derechos Humanos, Mohamed Benaissa, que dice no haber visto nada parecido «en toda su vida», esta avalancha de emigrantes es «una carta de presión que usa Marruecos contra España» por la crisis diplomática actual entre los dos países tras la hospitalización en Logroño del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.