
San Antonio – Cientos de personas marcharon este miércoles de forma pacífica por las calles de San Antonio (Texas), a pesar de las advertencias del gobernador del estado, que activó las alarmas ante las protestas y envió por anticipado efectivos de la Guardia Nacional a la ciudad.
La manifestación, que se prolongó hasta la madrugada del jueves, formó parte de una ola de protestas en varias ciudades de Estados Unidos contra las políticas migratorias del presidente Donald Trump.
El gobernador, Greg Abbott, indicó ayer que desplegaría a un número indeterminado de efectivos de la Guardia Nacional en la ciudad para ayudar a la policía local a «mantener el orden» frente a las manifestaciones, que se alargarán durante el fin de semana.
En las calles, sin embargo, hubo presencia de decenas de agentes de la policía local y del Departamento de Seguridad Pública de Texas, pero no de la Guardia Nacional.
Pese a las alarmas previas, también replicadas por autoridades locales que afirmaron estar preparándose para «lo peor», la jornada transcurrió de manera pacífica, con apenas algunos momentos de tensión que fueron rápidamente controlados.
En San Antonio, una ciudad de mayoría latina y con profundas raíces mexicanas, la escalada de las redadas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) ha conllevado detenciones en algunos lugares de trabajo y, especialmente, en las cortes de migración.
El rechazo a los arrestos llevó a JC (quien pidió ocultar su nombre real), un ‘influencer’ local de 26 años, a convocar en sus redes sociales la protesta del miércoles por la noche.
«Hay gente que viene de muchas partes del mundo a EE.UU., arriesgan todo para llegar acá y ahora mismo no pueden usar sus voces», indicó el joven a EFE.
Sus padres, relató, vivieron en el país sin un estatus legal durante algún tiempo, y él, nacido en EE.UU., quiere «representar a su comunidad, sin miedo».
La protesta comenzó frente a la alcaldía y luego se trasladó a distintos puntos de la ciudad, incluido el histórico Álamo, una de las antiguas misiones españolas que dieron origen a San Antonio y donde se conmemora el mito fundacional de la independencia de Texas de México en 1836.
Entre los manifestantes hubo decenas de personas como JC, cuyos padres o abuelos migraron a EE.UU. y que rechazan la detención de personas que hoy atraviesan las mismas experiencias que vivieron sus familias en el pasado.
«¿Cómo vamos a olvidar de dónde venimos? Aquí estoy por mi padre y por mis abuelos, que ya no están», señaló Nathaly Valdés, de 31 años. «Me parte el corazón lo que está pasando. En los arrestados veo a su gente, y los veo a ellos».
A gritos de «¡que se joda ICE!» y «¡sin justicia no hay paz!», cientos de personas recorrieron durante horas el centro de San Antonio. Al empezar a caer la tarde, en medio de las arengas, cuatro hombres vestidos con el atuendo típico de mariachis y cargando instrumentos se unieron a la muchedumbre.
El sonido de la trompeta y la voz de los cantantes interrumpió momentáneamente los cánticos. El concierto espontáneo incluyó un repertorio de Juan Gabriel, Vicente Fernández y Los Tigres del Norte. «¡Otra, otra!», pidieron los manifestantes, agitando sus pancartas contra ICE y algunas banderas mexicanas.
El grupo estaba en el centro, buscando turistas a quienes cantarles para ganarse “un dinero extra”, cuando vio pasar la protesta y decidió unirse, contó Eduardo Cantú, uno de los guitarristas.
«Yo soy estadounidense, veterano de la Armada, y así es como se ve Estados Unidos. Esta es mi cultura y no me voy a ir a ningún lado. Si no les gusta, pues qué mal». EFE