La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo; (2d-espaldas) el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Senado, Ander Gil (2i), reciben con aplausos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), ante de comenzar la sesión plenaria del Senado donde comparece Pedro Sánchez con un único punto en el orden del día referido a los aspectos generales de la política del Gobierno, aunque dedicará un apartado especial a tratar sobre la inmigración. EFE

Madrid – El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha asegurado que con su Gobierno «ha llegado la política migratoria» que no existía con el PP, al que ha criticado su discurso «alarmista» y ha dicho que «los principios no son negociables y no se guardan en un cajón por miedo a un competidor ideológico».

Durante su intervención en el Pleno del Senado para informar sobre la situación migratoria en España, Sánchez ha rechazado hablar de crisis migratoria y ha pedido no dejarse arrastrar por catastrofismos en el discurso migratorio.

«Entiendo el interés de algunos en hablar de crisis, siempre dispuestos a dibujar los peores escenarios, a exagerar en el lenguaje para empatizar con quienes se dejan arrastrar por una retórica alarmista, pero falsa, una retórica de la que huye la inmensa mayoría de la población española», ha dicho el presidente.

Sánchez ha reprochado al PP que hable de crisis migratoria cuando en la etapa que gobernó se produjo un incremento del 301 % en las entradas irregulares por vía marítima y terrestre entre 2013 y 2017″ y del 500 % en peticiones de protección internacional, mientras «se reducían efectivos y había menos inversión en seguridad pública».

«Con este Gobierno no llega la migración, sino la política migratoria», una «auténtica política migratoria digna de tal nombre», ha destacado Sánchez, quien ha contextualizado el incremento de los desplazamientos de migrantes en relación con factores como el cambio climático. Es un problema que «se sitúa en coordenadas mucho más complejas de lo que algunos quieren hacer ver».

Para Sánchez, «es necesaria un perspectiva europea a la hora de afrontar el desafío de la inmigración» y ha apostado reforzar la colaboración con los países de origen, la lucha contra las mafias, el control de fronteras y «abandonar cualquier tentación de hacer de esta materia un objeto de lucha política».

«A pocos kilómetros de nuestro país, se concentra una bolsa de pobreza y miseria en países donde se vulneran derechos humanos».

Y mientras en Europa se vive un «estancamiento demográfico, el continente africano va a duplicar su población actual en tras décadas», ha alertado.

Se ha dirigido al PP al que ha acusado de «tener la tentación de mostrar dureza con este debate para taponar brechas ante la emergencia de otros nuevos actores», cuando durante su mandato no han podido «presumir de ningún logro loable».

En este sentido, ha recordado que cuando llegó al Gobierno se encontró con 12.000 agentes de policías menos que en 2011, pasando de 155.149 agentes a 143.210, en unos años en los que las entradas de migrantes por las costas ya sufrían incrementos, especialmente desde 2013.

Ha defendido una actuación con «dimensión humanitaria y perspectiva humanista» y ha puesto como ejemplo la decisión de acoger a los 600 inmigrantes a la deriva en el Mediterráneo en el buque Aquarius, respuesta que supuso «un aldabonazo» a las instituciones europeas y que recibió el elogio de los países que con más firmeza defienden la vigencia del proyecto europeo, como Alemania y Francia.

«Piensen en los jóvenes que se han ido de España y piensen en cómo nos gustaría que los nuestros fueran tratados en terceros países», ha concluido.