Roma – El presidente español, Pedro Sánchez, instó este viernes en su reunión con el papa en el Vaticano a que España y Europa se mantengan abiertas a los migrantes y evitar que se conviertan en lugares «cerrados y pobres», e invitó a Francisco a visitar Canarias, principal foco de llegada de migrantes en España.

«Ha habido dos peticiones de invitación al papa Francisco que le he trasladado en nombre del Gobierno de España y creo que de la sociedad española», aseguró Sánchez en una rueda de prensa en Roma.

Ahí concretó que una de las invitaciones es para que visite las islas Canarias, actual punto principal de llegada de migrantes desde África al Estado español, «visto el interés que tiene la Santa Sede por conocer la realidad del pueblo canario», dijo el mandatario.

El pasado mes, Francisco afirmó que estaba pensando viajar al archipiélago español para mostrar su cercanía a los gobernantes y al pueblo.

Además, el Ejecutivo español también invitó al pontífice a tomar parte en junio de 2025 a «la importante conferencia para la financiación al desarrollo que se celebrará en Sevilla», agregó Sánchez, que tuvo una larga conversación en materia migratoria con Francisco.

«Le he trasladado al papa Francisco que la pregunta que tenemos que hacernos todos en España y Europa es qué país queremos ser, y qué Europa queremos ser, si queremos ser una España y una Europa abierta y próspera en las próximas décadas, o queremos ser una Europa cerrada y pobre», añadió.

Según destacó, al pontífice «le preocupa y mucho» la cuestión de la migración.

«Le he explicado cuál es la política migratoria del Gobierno de España», que está «basada en el control de fronteras, en la ampliación del sistema de acogida» o «la ayuda al desarrollo económico de países de origen y de tránsito» de la migración irregular.

Aseguró que otros pilares de esta política migratoria son «la integración de la migración que viene a España, y finalmente la política vinculada con la migración regular, legal, segura y ordenada», la cual el Gobierno español está buscando promover.

Sánchez agregó que la migración es un elemento clave para el desarrollo económico y del trabajo en el país: «Si España no hace nada en las próximas décadas, y vaya a perder a cuatro millones de personas en edad de trabajar, por tanto vaya a tener, si no hace nada, la misma fuerza laboral que en 1996, implicaría una reducción del crecimiento potencial en nuestro país del 2% al 0,1%», alertó.