Puerto Príncipe – Al menos 131 menores, incluidos bebés, han resultado muertos o heridos en Haití en el transcurso ataques violentos contra sus barrios o en enfrentamientos entre grupos armados y la Policía en lo que va de 2024, informó este martes Save the Children en un comunicado.
Un análisis de los datos verificados por la ONU indica que una media semanal de cinco menores han fallecido o resultado heridos durante los primeros 6 meses de 2024, como consecuencia de la violencia armada en Haití, aunque, según la organización, es probable que el número real de víctimas sea mucho mayor.
Según la ONU, algunos niños y niñas murieron o resultaron heridos por balas perdidas, mientras que otros fueron atacados por su presunto apoyo a bandas rivales o a la Policía, mientras que otros menores fueron acusados de delitos menores, siendo linchados y asesinados por miembros de la población.
En junio, la misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) aprobada por la ONU, comenzó el despliegue de fuerzas de seguridad en Haití para hacer frente a los violentos grupos armados que invaden la capital del país.
Antes del despliegue de la MSS, Save the Children se unió a otras organizaciones humanitarias para advertir de que las fuerzas de seguridad probablemente se encontrarían con niños y adolescentes, tanto civiles como pertenecientes a grupos armados, lo que les expone a nuevos e importantes riesgos de quedar atrapados en el fuego cruzado, a menos que se apliquen sólidas medidas de protección.
La directora de Save the Children en Haití, Chantal Sylvie Imbeault, afirmó que «barrios enteros han sido incendiados, los secuestros y las agresiones sexuales proliferan, y la niñez y adolescencia son blanco directo de los ataques o quedan atrapados en el fuego cruzado».
Según señaló, es «probable que el verdadero alcance de esta crisis sea incluso peor que las cifras verificadas disponibles. Nuestros socios locales y nuestro personal sobre el terreno han sido testigos este año de un aumento desgarrador de la violencia» contra niños y adolescentes, que pueden estar expuestos a nuevos riesgos con la llegada de la misión multinacional de apoyo a la seguridad.
Las fuerzas de seguridad desplegadas en Haití deben haber recibido formación sobre salvaguarda de la niñez, prevención de la explotación y el abuso sexual (EAS) y violencia de género, y contar con planes integrales para la formación continua en derechos tras el despliegue, además de respetar el derecho internacional humanitario y los derechos humanos, expuso Imbeault.
La organización pidió a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que utilicen su poder para poner fin a la impunidad de los responsables del reclutamiento ilegal, así como el uso de niños y adolescentes y otras violaciones de derechos, e instó a todas las partes en Haití a permitir el paso inmediato, sostenido y sin obstáculos de la ayuda humanitaria.