Washington – La secretaria de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, pidió este lunes que se desplacen más efectivos a la frontera con México y que se incremente el número de migrantes devueltos al país vecino.

En una circular enviada al comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en sus siglas en inglés), Kevin McAleenan, Nielsen solicitó que lleve a cabo de «inmediato» una reasignación temporal de personal y recursos en el linde para afrontar el flujo de migrantes, según un comunicado del DHS.

De acuerdo a esas instrucciones, «la CBP acelerará sus planes de reubicación de hasta 750 funcionarios hacia los sectores de la Patrulla Fronteriza que están afectados por la emergencia».

Asimismo, Nielsen indicó que la Patrulla Fronteriza puede estudiar un aumento de esa cifra y está autorizada a superarla, aunque deberá notificar si se planea que las reasignaciones superen los 2.000 efectivos.

«Volveremos a desplegar inmediatamente cientos de miembros de la CBP en la frontera para responder a esta emergencia. Buscaremos de forma urgente refuerzos dentro del DHS y de otras agencias. Y requeriremos a aquellos que buscan entrar en Estados Unidos que esperen en México hasta que una corte migratoria revise sus peticiones», dijo Nielsen en el memorando.

Respecto a la gestión de las solicitudes de ingreso al país por parte de los migrantes, la secretaria de Seguridad Nacional aconsejó a la Patrulla Fronteriza que expanda los Protocolos de Protección Migratoria para «devolver» a México a los extranjeros que piden entrar en EE.UU. mientras esperan a que finalicen su proceso migratorio.

Este aumento en el número de devoluciones incluirá a los detenidos en los centros de inmigración.

Nielsen señaló que la CBP también podría extender esos protocolos de seguridad a otros lugares en la frontera, aparte de aquellos en los que opera actualmente, California y Texas.

«La crisis en nuestra frontera está empeorando y el Departamento de Seguridad Nacional hará todo lo que está en su poder para acabar con ella», destacó la responsable.

«No nos quedaremos parados mientras que el Congreso fracasa de nuevo a la hora de actuar -agregó-, así que todas las opciones están sobre la mesa».

Ayer domingo, la Casa Blanca reiteró que el presidente de EE.UU., Donald Trump, cerrará la frontera con México esta semana para frenar la llegada de inmigrantes a territorio nacional y sin importar las consecuencias económicas.

En declaraciones a la cadena ABC, el jefe de gabinete en funciones de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, aseguró que solo «algo dramático» haría que el mandatario no cierre la frontera.

A finales de abril pasado el Gobierno impulsó la «política de tolerancia cero» respecto a la inmigración ilegal que supuso la separación de 3.000 menores de sus familiares en la frontera, 500 de los cuales no se han reunido con sus padres de nuevo.