La senadora demócrata de Arizona, Kyrsten Sinema. EFE/EPA/MICHAEL REYNOLDS/Archivo

Tucson (AZ) – Los senadores demócratas de Arizona, Kyrsten Sinema y Mark Kelly, se encuentran en la mira de grupos proinmigrantes que tratan de presionarlos para que apoyen una reforma migratoria dentro del presupuesto de reconciliación para el próximo año fiscal.

Docenas de voluntarios de diversas organizaciones salieron hoy domingo a tocar más de 3.000 puertas en Phoenix para hablar con votantes registrados y pedirles presionen a los senadores demócratas.

El voto de Sinema y Kelly son clave para la aprobación de una reforma migratoria que otorgaría un estatus migratorio a jóvenes indocumentados amparados bajo el programa de DACA, inmigrantes con estatus temporal (TPS) y trabajadores del campo.

«Nuestros votantes latinos fueron fundamentales para que tanto Sinema como Kelly obtuvieran sus históricas victorias en Arizona y fueran electos al Senado, ahora es tiempo de que apoyen a nuestra comunidad», dijo a Efe César Torres, director de la campaña de inmigración del grupo Viviendo Unidos Para un Cambio en Arizona (LUCHA), uno de los organizadores del evento.

El esfuerzo forma parte de una campaña nacional para aprobar una reforma migratoria como parte del proceso de reconciliación dentro del presupuesto para el próximo año fiscal y que podría ser aprobado el próximo mes de septiembre.

Esta podría ser la única oportunidad para los millones de inmigrantes indocumentados que llevan años luchando por una reforma migratoria.

Varios senadores demócratas ya han dado su apoyo públicamente a esta vía para lograr esta reforma migratoria, sin embargo hasta el momento los senadores de Arizona se han mantenido en silencio al respecto.

Voluntarios de diferentes estados como California, Idaho y Kentucky, entre otros, llegaron este domingo a Arizona para formar parte de la movilización.

En cada puerta que tocaron pidieron a los votantes que llamen a Sinema y Kelly para pedir su apoyo.

Sinema, la primera mujer demócrata en ser electa al Senado federal por Arizona, ha sido criticada por negarse a poner fin el sistema del filibusterismo en el Senado, que imposibilita a los demócratas sacar adelante la votación en la Cámara Alta, por lo que buscan incluir la reforma dentro del presupuesto en una estratagema parlamentaria para evitar el bloqueo republicano.

Arizona, un estado tradicionalmente republicano, ha mostrado destellos de cambio con las victorias en las urnas de Kelly y de Sinema, al igual con la histórica victoria del presidente, Joe Biden, en las pasadas elecciones presidenciales.

«Este es el momento de una reforma migratoria, nuestros trabajadores no han parado en ningún momento, sin importar la pandemia», dijo a Efe José Flores, representante de trabajadores del campo de Yuma, Arizona.

Durante su visita a varios vecindarios de la ciudad, los voluntarios destacaron las contribuciones de los migrantes a los Estados Unidos y desmentir mitos como que todos son criminales.

«Queremos que tanto Kelly como Sinema sepan que si ellos no nos van apoyar a nosotros, nosotros no vamos a seguir apoyando sus elecciones», enfatizó Torres.

La última vez que se aprobó una reforma migratoria fue en 1986, por la que el entonces presidente, Ronald Reagan, dio la residencia permanente a cerca de 2,7 millones de inmigrantes.