Miembros del colectivo de mujeres sociedad civil y policías, este martes, durante el lanzamiento y socialización del proyecto de redes de mujeres, en un hotel en la capital de Tegucigalpa (Honduras). EFE/Humberto Espinoza

Tegucigalpa – Expertas destacaron este martes la importancia de sensibilizar a la ciudadanía y reducir la impunidad para combatir con mayor eficacia la violencia de género en Honduras, donde 390 mujeres fueron asesinadas en 2019 y el 95 % de los casos se mantiene impune, lo que propicia su repetición.

La violencia de género refleja «un contexto violento en general» y demuestra «la precarización» de la economía y de la seguridad del país, indicó a Efe la directora de ONU Mujeres en Honduras, Margarita Bueso.

Enfatizó que el feminicidio es la manifestación «más violenta» que sufren las mujeres en un país en el que se produce la muerte de una mujer al día.

Bueso se refirió a esta problemática durante el lanzamiento del proyecto «Redes de Mujeres y jóvenes impulsando comunidades libres de violencia contra las mujeres y niñas», auspiciado por Naciones Unidos y organizaciones feministas.

Dijo que a la ONU le preocupan «todos los incumplimientos de los derechos humanos» y la falta de protección hacia las mujeres y niñas en Honduras, porque vulnera el derecho a la vida.

La empatía y la sensibilización de la sociedad permitirían, según Bueso, frenar la violencia de género en Honduras, donde un promedio de 48.000 mujeres al año sufre violencia doméstica y 2.800 agresiones sexuales.

MEJOR EDUCACIÓN Y REDUCIR IMPUNIDAD

La violencia contra la mujer «no es normal, las mujeres no estamos matando a los hombres, al contrario, los hombres están matando a las mujeres y se están matando entre ellos», enfatizó.

Mejorar la situación de muchas mujeres y niñas en el país que a diario sufren todo tipo de violencia por su género pasa por fomentar la educación y combatir la impunidad.

«Es sumamente importante combatir la impunidad, (pero) sino hay un mensaje claro, fuerte y contundente del Estado para castigar al perpetrador, esto se va a seguir repitiendo», añadió.

RAÍCES

Según cifras de organizaciones feministas, alrededor de 390 mujeres fueron asesinadas en 2019 y muchas de esas muertes violentas fueron causadas por sus parejas, exparejas o familiares hombres, lo que hace que el hogar sea uno de los lugares más peligrosos para ellas.

Bueso dijo que la violencia de género tiene sus raíces en «un sistema patriarcal en el que históricamente los roles eran muy diferentes, el rol del hombre era dominante y era el que llevaba el ingreso a la casa», lo cual considera que «no justifica la violencia» contra las mujeres.

Honduras, según la directora de ONU Mujeres, ha avanzado en la legislación a favor de las féminas, pero se requiere «un mayor empeñó» del Estado en asignar «más recursos» para mejorar la aplicación de las leyes y mejorar las estrategias preventivas.

«ODIO Y SAÑA» EN CRÍMENES

Muchas mujeres en Honduras son asesinadas con «odio y saña» y la impunidad que rodea esos casos manda un «mal mensaje» a los agresores de que «pueden decidir sobre la vida de la mujer», dijo a Efe Wendy Cruz, de la organización feminista Plataforma 25 de Noviembre.

El 60 % de las mujeres víctimas de violencia doméstica que interponen la denuncia abandonan el proceso, porque son «victimizadas» y muchas de ellas «dependen» económicamente del hombre, señaló.

La violencia de género debe combatirse de «manera integral» y «no con paliativos» que, según Cruz, no han contribuido a mejorar la situación de las mujeres.

La violencia contra la mujer «se puede prevenir, pero si el Estado se preocupará por garantizar los derechos humanos», subrayó la activista.

FALTA VOLUNTAD POLÍTICA

Señaló que aunque en Honduras «no hay voluntad política» para erradicar la violencia contra las mujeres, las organizaciones feministas «no van a rendirse» porque creen que ellas merecen vivir «libremente».

El proyecto, que tendrá una duración de dos años, explicó Cruz, busca fortalecer las capacidades técnicas, operativas y políticas de organizaciones y redes de mujeres y jóvenes, con el propósito de que puedan impulsar estrategias adaptadas a sus contextos para prevenir y atender la violencia de género.

El pasado 25 de enero, organizaciones feministas hondureñas se declararon en «alerta roja» ante un repunte de casos de violencia doméstica y de feminicidios en el país.