Nueva York (EEUU) – La estadounidense Serena Williams perdió este viernes por 7-5, 6-7(4) y 6-1 ante la australiana Ajla Tomljanovic en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos, en el partido que podría marcar el punto final de su legendaria carrera.
Williams, de 40 años, aseguró en una reciente entrevista que está preparada para dejar el tenis y sugirió que esto pasaría después de este Abierto de Estados Unidos.
La estadounidense conquistó 73 trofeos en su carrera, entre ellos 23 ‘grandes’, con siete Wimbledon, siete Abiertos de Australia, seis Abiertos de Estados Unidos y tres Roland Garros.
Preguntada sobre si existen posibilidades de que se replantee su decisión, Serena dijo a pie de campo: «No creo, pero nunca se sabe. No lo sé».
Tomjanovic aseguró, tras su victoria, lograda después de que Williams anulara cinco bolas de partido, que la estadounidense es «la más grande de siempre» y que «el tenis ya no será igual» tras su retirada.
Día grande en la Arthur Ashe
La Arthur Ashe se volvió a llenar hasta el techo para asistir al partido de Williams, que el jueves disputó el último encuentro de su carrera de dobles junto a su hermana Venus.
El cineasta Spike Lee, los extenistas Billie Jean King y Jim Courier eran algunos de los famosos que acudieron a Flushing Meadows en un ambiente típicos de los días grandes.
Y el duelo no defraudó las expectativas. Serena arrancó de la mejor manera y llegó en pocos minutos a sacar para cerrar el primer parcial con el 5-3 en el luminoso. Sin embargo, allí empezaron sus problemas ante una Tomljanovic que se dedicó a jugar con solidez, tirando la pelota al centro y alargando los intercambios.
Su táctica le dio beneficios y, con varios errores de Williams, la australiana encadenó cuatro juegos consecutivos para ganar el primer set con un 7-5.
El segundo set siguió un guión parecido, con Williams que arrancó lanzada. Logró nueve golpes ganadores por tan solo un error no forzado y se escapó 4-0. La Arthur Ashe ya se preparaba para el tercer set, pero de nuevo la estadounidense se atascó.
Serena llegó a tener cuatro bolas de set con el 5-2 en el luminoso, pero las desperdició y Tomljanovic remontó hasta ponerse por delante 6-5 y saborear la idea de avanzar en dos parciales.
Williams cae con la cabeza alta
Williams daba señales de cansancio y le costaba moverse lateralmente. Sin embargo, en el momento de la necesidad logró responder y forzó el desempate. Con 4-4, conectó un saque ganador a 188 kilómetros por hora, el más potente de la noche, y se abrió el camino hacia el 7-4 con el que forzó el set decisivo.
Fue un partido marcado por momentos y parciales. Williams comenzó con una rotura el tercer set, pero Tomljanovic reaccionó de manera contundente y encadenó cinco juegos consecutivos para ir a sacar por el partido.
Ya era demasiado tarde para remontar, pero no para regalar un ejemplo de competitividad y carácter. Williams anuló cinco bolas de partido antes de rendirse definitivamente.
Se conmovió al acabar el partido y dio las gracias a su familia, insistiendo mucho en su hermana Venus.
«Sin Venus, Serena nunca habría existido», dijo, antes de dejar abierta una pequeña posibilidad de replantearse su adiós al tenis.