Tegucigalpa – De acuerdo a cifras publicadas por la Comisión Nacional de Bancos y Seguros, el número de personas que tienen una cuenta de depósito en el sistema bancario nacional, llegó a 6.2 millones de hondureños al finalizar el año 2021, alrededor del 65% de la población total de Honduras.
Esta cifra refleja la importante penetración de los servicios de ahorro, que permiten utilizar los diferentes productos (cheques, ahorros y depósitos a plazo) para mantener valor, acumular recursos para prever necesidades futuras y financiar las distintas actividades de los miembros de la familia como cubrir las obligaciones del hogar.
Desde el momento en que los ahorros pasan a ser custodiados por los bancos, estos adquieren la responsabilidad por su reintegro integro, así como el rendimiento prometido a los ahorrantes, debiendo destinar los recursos requeridos hacia inversiones suficientemente seguras como para cumplir totalmente esa responsabilidad.
Los bancos deben asegurar que el interés privado que ellos administran y que es representado por sus gestores y propietarios, coincide con el interés público, es decir, el interés de los depositantes, quienes quieren que sus fondos sean administrados correcta y eficientemente, en su beneficio.
De ahí, que la misión esencial del Estado, como protector del interés público, es crear las mejores condiciones para que ese proceso de utilización de los recursos provistos por los ahorrantes, puedan llevarlo a cabo los bancos en la forma más eficiente posible, manteniéndose sólidos, solventes y seguros, para que puedan cumplir la misión que les han encomendado los ahorrantes, para el mayor beneficio de la sociedad en su conjunto. (PD)