Tegucigalpa – Solidaridad y humanitarismo son las dos palabras que resumen la otra cara de la migración en Honduras, país de tránsito obligado para miles de personas que pretenden llegar al norte de América de forma irregular. Un equipo de Proceso Digital viajó a la ciudad de Danlí donde constató que los migrantes reciben ayuda de diversos sectores de la sociedad hondureña.

-En un solo día se ha registrado la llegada de más de 400 migrantes, por lo que la labor humanitaria de atención de parte de la sociedad civil, Iglesia y organismos internacionales cada vez se vuelve más esencial.

-Las autoridades hacen lo propio, pero la falta de equipo técnico limita la atención y la demanda de servicios cada día es mayor.

Sin bien en este momento se suscita una emergencia humanitaria a causa del alto flujo de migrantes irregulares el país centroamericano, en específico en la ciudad oriental de Danlí, en el departamento de El Paraísos, la solidaridad de la población, Iglesia Católica y grupos humanitarios no ha sido menor y mucho menos se ha hecho esperar.

La cantidad de migrantes en la zona amenaza con desbordar el sistema migratorio que a causa de sus capacidades técnicas se ve limitado a atender a menos personas de las que demandan servicios.

Mujeres embarazadas, niños desconcertados de lo que sucede a su alrededor y hombres con llagas en su pies a causa de caminar por horas e incluso días para llegar a esa zona de Honduras, es el escenario que día a día motiva a decenas de personas que sin esperar nada a cambio disponen de lo que tienen para ayudar a los migrantes, en muchos casos lo material queda en segundo plano y el compartir tiempo se convierte en el brazo solidario necesario para quienes salieron de su país en busca de una mejor vida.

Son hermanos…

Proceso Digital conversó con Enia Banegas, coordinadora del movimiento de Renovación Carismática quien compartió que la Diócesis de Danlí, una de la más recientes creadas en Honduras, no estaba preparada para recibir a tan grande cantidad de migrantes, pero desde el 5 de julio de 20221 asumieron el compromiso de recibirlos y ayudarles con lo que tenía.

Hoy los alimentos son escasos, pero la voluntad es grande y a veces con un poco de tiempo se puede hacer la diferencia, señaló la ahora voluntaria.

Desde la llegada masiva de migrantes se habilitó un albergue llamado Jesús Está Vivo donde se atienden a los migrantes, actualmente decenas se hospedan en el mismo.

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Durante varios días se han atendido a hasta 400 migrantes acotó Banegas, quien refirió que los migrantes son hermanos, son Jesús.

Se trata de una labor de 24 horas ya que para los migrantes no existen horarios, es más común que los mismos lleguen por la noche que por el día, compartió.

A iniciós la mayoría de migrantes que se atendían eran de Haití, hoy son de diversas nacionalidades, pero la mayoría provienen de Cuba y Venezuela, comentó.

“La diócesis se ha desbordado en amor para con los migrantes”, externó la feligrés quien aceptó que a causa de la gran cantidad de migrantes que han llegado en las últimas semanas se han quedado sin reservas de alimento, pero confían en que Dios proveerá.

La labor de atención a migrantes en Danlí es casi titánica, por lo que destacó el voluntariado de todas las personas de la Iglesia Católica ya que aunque muchos trabajan se dan el tiempo para “ver el rostro de Jesús en los hermanos migrantes”.

Ayuda humanitaria

La ayuda humanitaria para los migrantes en Danlí no se ha hecho esperar, y aunque debe trasladarse desde Tegucigalpa hasta la ciudad oriental, un recorrido de 200 kilómetros en ida y vuelta, la organización no gubernamental Médicos Sin Frontera (MSF) ha asumido el compromiso y ha logrado presencia casi permanente en el sector.

Así lo explicó a este medio de comunicación la doctora Reyna Andara, quien coordina una misión que presta atención médica varias veces a la semana en la terminal de buses de Danlí, lugar donde suelen concentrarse los migrantes.

En el lugar se presta atención médica y psicológica sin distingos de razas ni nacionalidad, acotó la galena.

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La ayuda humanitaria es para todos de tal manera que los vecinos del sector pueden también ser beneficiados, explicó.

Todos los servicios así como los medicamentos que puedan brindar son gratuitos, destacó la galena al tiempo que refirió que la atención a migrantes es parte del trabajo que desarrolla MSF en Honduras.

Mujeres embarazadas que requieren control médico, hombres diabéticos y heridas menores a causa de los largos trayectos que deben caminar son parte de los casos que día a día se tratan en la clínica móvil que instala MSF en la terminal de buses.

Sociedad civil se suma a la causa

La sociedad civil también se ha sumado a la causa de ayudar a los migrantes y a través de la  Red de Promotores y Defensores de Derechos Humanos se busca hacer incidencia sobre el tema y llevar ayuda humanitaria, explicó a Proceso Digital la defensora de derechos humanos, Kenia Zerón.

En su caso coordina la comunidad de acogida a migrantes en Danlí y Trojes, lo que permite monitorear el estado de los migrantes y coordinar ayuda con otras organizaciones.

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Se les ofrece servicios como un dispensador para que los migrantes puedan cargar sus celulares, acotó la defensora de derechos humanos.

Todo ha sido posible gracias a la sociedad civil organizada y solo se busca dar humanidad al tema y mostrar solidaridad con los migrantes así como país exigimos que traten a nuestros compatriotas en otras naciones, comentó.

Además se les acompaña a los migrantes hasta que toman el transporte que los sacará del territorio nacional para que no sean víctimas de cobros excesivos o hasta de extorsión, notificó.

También se supervisa los negocios y servicios locales para que se cobre lo justo a los migrantes, agregó.

Aunque existe mucho voluntariado en la zona, lamentó que existan personas de mal corazón que buscan aprovecharse de la situación.