Fotografía cedida por La Bodeguita de la Gente donde aparecen sus fundadoras la inmigrante peruana Xiomy De la Cruz (2i), e Ingmar Riveros (i), de la Iglesia Grace SDA, mientras posan junto a las voluntarias de esta organización que recolecta donaciones y distribuye alimentos, ropas, pañales y hasta muebles de segunda mano entre unas 250 familias en la localidad de Hartford, en Connecticut. EFE/La Bodeguita de la Gente /SOLO USO EDITORIAL /NO VENTAS

Washington – Desde California a Connecticut, los latinos recurren a la solidaridad para conseguir comida y ropa por medio de iniciativas que no cuentan con ayuda gubernamental y se las ingenian para brindar asistencia a inmigrantes, muchos de ellos indocumentados, que encaran un invierno de pandemia, desempleo y miedo a la deportación.

“Esto está empeorando”, dijo a Efe Odilia Romero, directora de la organización Comunidades Indígenas en Liderazgo (CIELO), con sede en Los Ángeles. “La gente está sin empleo, sin dinero para pagar el alquiler y muchos me dicen ‘tenemos que comer menos para que los niños coman’”.

Romero señaló que cuando comenzó la pandemia iniciaron su labor con 5.000 dólares pero luego de que el diario Los Angeles Time les hiciera una nota juntaron hasta 1,8 millones de dólares con los que darán asistencia a las comunidades de Los Ángeles y hasta del norte de California, afectadas por los incendios forestales.

En el último mes, CIELO ha distribuido 1,18 millones de cupones de alimentos con valores de 600 y hasta 900 dólares.

“Las ambulancias aquí se oyen todo el día en un sector donde no hay supermercados con productos frescos, y la población tiene una alta tasa de infección”, señaló.

LA BODEGUITA DE LA GENTE

En la localidad de Hartford, en Connecticut, la inmigrante peruana Xiomy De la Cruz empezó distribuyendo suministros en el barrio en el que vive y donde otras familias no tienen vehículo para hacer las compras.

“Llené mi carro y puse en la puerta un cartel: ‘Comida gratis’”, dijo De la Cruz a Efe.

Ése fue el comienzo de La Bodeguita de la Gente, fundada por De la Cruz junto con Ingmar Riveros, de la Iglesia Grace SDA que ahora recolecta donaciones y distribuye alimentos, ropas, pañales y hasta muebles de segunda mano entre unas 250 familias.

La Bodeguita “es el único sitio de distribución aquí que ofrece comidas latinas como frijoles, azúcar, maseca y aceite que son esenciales para la cocina latina”, explicó De la Cruz, quien también percibe que la situación «está peor».

“El rebrote (de la covid-19) es más fuerte, las escuelas están cerradas y los niños en casa. El gobierno no ha dado apoyo directo y los inmigrantes tienen que seguir trabajando. Si se enferman y van a la cuarentena, no tienen dinero”, señaló.

Un estudio del Centro Malcom Wiener de Política Social, de la Universidad de Harvard y de la Universidad de California, en San Francisco, encontró que solo uno de cada tres trabajadores en las grandes empresas de servicio en el estado de Virginia cuentan con licencia por enfermedad pagada. El resto de los trabajadores, sino trabaja no cobra.

El pastor Félix Eduardo González, de la congregación Fé y Alabanza de Arlington, Virginia, dijo a Efe que su iglesia, con unos 500 miembros, distribuye alimentos a unas 200 familias en el norte del estado y en los vecinos Distrito de Columbia y el sur de Maryland.

“Con la pandemia los hombres hispanos no han perdido empleo porque la construcción se mantiene, y las mujeres que antes trabajaban en limpieza, cocina, cuidado de niños o enfermos, ahora buscan empleo en la construcción”, añadió. “Tienen que seguir trabajando, y el problema más grande es que no pueden dar atención a sus hijos. Tienen que elegir entre el trabajo y el cuidado de los niños”.

LAS DOMÉSTICAS Y LOS INDOCUMENTADOS

De acuerdo con la alianza Nacional de Trabajadoras Domésticas desde el comienzo de la pandemia y hasta octubre más de 20.000 trabajadoras domesticas latinas han perdido el empleo o se les ha reducido la cantidad de horas que trabajan y, por ende, su remuneración.

González expresó su gratitud por el programa del gobierno del presidente Donald Trump que bajo el paquete de estímulo económico aplicado desde marzo y por medio del Departamento de Agricultura, ha distribuido suministros a los “bancos de comida”. Los inmigrantes indocumentados no reciben ni seguro por desempleo ni otras ayudas.

El gobierno de Trump ha negado la asistencia, incluso, a familias estadounidenses en las cuales uno de los cónyuges es un inmigrante indocumentado.

El programa se inició con unos 1.200 millones de dólares, y siguieron partidas de 1.760 millones de dólares, 1.000 millones de dólares y la última asignación fue de 500 millones. Se calcula que los bancos de alimentos perderán casi el 50 % de la ayuda del Departamento de Agricultura aunque ha aumentado en un 60 % la demanda.

“Las necesidades de los latinos, y especialmente de los indocumentados, siempre han existido pero con la pandemia ha salido a relucir que somos los más afectados”, dijo De la Cruz. “Tratamos de recaudar fondos con actividades, pero no tenemos apoyo alguno de entidad pública o política”.

“Es triste”, agregó. “La gente espera en filas por horas por una canasta de alimentos y llega un momento en que tenemos que decirles que no tenemos comida. Nos duele”.

La Bodeguita de la Gente entrega comidas una vez por semana y ha creado en Whatsapp una red en la cual participan todas las familias registradas y donde se intercambia información sobre otras ayudas, asistencia por la violencia doméstica, apoyo de abogados “y el asesoramiento porque hay familias que son estafadas”.

“Yo sé por lo que pasan especialmente las mujeres, las madres solteras, porque yo misma lo sufrí”, dijo De la Cruz. “Escasean los pañales, las toallitas higiénicas, el papel higiénico. Los más caro son los pañales. Hace falta medicamentos para tratar la fiebre de los bebés”.

«Los inmigrantes viven escondidos por miedo a la deportación sin piden ayuda. Nosotros nos hemos ganado la confianza de estas familias que transitan un enorme calvario por el ‘sueño americano’”, manifestó.