Fotografía donde se observa desde el lado estadounidense parte del muro que separa San Diego (Estados Unidos) de Tijuana (México). EFE/ Manuel Ocaño/Archivo

Washington – El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó de nuevo este viernes bloquear el desvío de 2.500 millones de dólares de fondos del Pentágono para la construcción del muro fronterizo con México promovido por el presidente Donald Trump.

La decisión contraria al bloqueo fue apoyada por los cinco jueces conservadores del máximo tribunal, mientras que los cuatro progresistas se opusieron al fallo.

Este fallo responde a una petición que hizo la semana pasada una coalición de organizaciones apoyadas por los demócratas, que controlan la Cámara de Representantes, para revertir una decisión anterior del propio tribunal que autoriza el uso temporal de esos fondos.

Ese otro fallo, de julio de 2019, permitió al Gobierno utilizar de forma provisional esos 2.500 millones de dólares para la construcción de tramos del muro fronterizo en Nuevo México, Arizona y California a la espera de la toma de una decisión definitiva.

Los demandantes argumentaron en su más reciente petición que una que vez el Supremo llegue a ese fallo definitivo, los fondos ya se habrán invertido y los tramos de muro estarán construidos.

El juez progresista Stephen Breyer, de hecho, se hizo eco de ese argumento en sus comentarios: «La decisión del Tribunal de permitir que la construcción siga puede operar, en efecto, como un fallo final».

Por su parte, uno de los abogados demandantes, Dror Ladin, de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés), avisó que en caso de que el Supremo les acabe dando la razón en última instancia reclamarán la demolición «de cada milla construida ilegalmente».

El origen del litigio está en la declaración de Trump de 2019 de una emergencia nacional en la frontera sur para desviar fondos para construir el muro sin el visto bueno del Legislativo, que le negaba recursos suficientes para el proyecto.

Con la emergencia nacional, el Gobierno reasignó al muro unos 6.600 millones de dólares del Pentágono y del Departamento del Tesoro que, sumados a los 1.375 que el Congreso le había aprobado, debían servir para la construcción de unos 376 kilómetros de muro.

La decisión de Trump de hacer uso de esos fondos enfrentó de inmediato numerosos desafíos legales, un asunto que actualmente se dirime en el Tribunal Supremo.

La última promesa que hizo Trump en lo que al muro se refiere fue dejar construidos unos 725 kilómetros para finales de 2020, cuando terminará su actual mandato.