Nueva York – «Mucha gente no conoce a inmigrantes, no conoce a nadie que no tenga documentos», cuenta a Efe Heidi Ewing, la directora de cine estadounidense responsable de «Te llevo conmigo», una cinta que narra la historia de amor sin fronteras de una pareja de homosexuales mexicanos que emigra a Nueva York y que se estrena este martes en el Festival de Tribeca.
«Es una historia de un gran amor, y por eso quise hacer la película, pero también para enseñar a la gente la cara del inmigrante que no es el estereotipo», dice la cineasta de su primera película de ficción, puesto que hasta ahora su lista de obras cinematográficas estaba repleta de documentales.
«Son dueños (de un negocio), es una pareja gay, tienen una buena vida en Nueva York», subraya. «(Son) las historias normales de la gente real que vino aquí por un sueño, que no vino por violencia de pandillas, ni de narcotraficantes», agrega.
La cinta, que llega a Tribeca después de haberse llevado el premio del público en el prestigioso certamen de Sundance en 2020 y que se estrena en cines en EE.UU. el próximo 25 de junio, está basada en la vida de Iván y Gerardo, dos hombres que se conocen en su México natal y se enamoran.
DEMOSTRAR AMOR SIN MIEDO
Tras entablar una estrecha relación, que se ven forzados a esconder, emigran a EE.UU. en busca de una mejor vida en la que se les permita no solo avanzar en sus carreras profesionales y lograr una mayor comodidad financiera, sino también demostrar su amor abiertamente.
«Esta película está basada en hechos reales. Es una historia de unos amigos que conozco desde hace veinte años, y después de ocho años de amistad una noche decidieron contarme su historia de amor verdadera», explica Ewing.
«A mí me sorprendió mucho, porque yo no sabía cómo de difícil fue venir a EE.UU., no sabía que habían enfrentado discriminación en México como pareja gay. Fue una historia tan romántica y tan intensa que quise contarle esa historia al mundo», añade.
FORMATO HÍBRIDO
Pese a que buena parte de la película la narran los actores mexicanos Armando Espitia y Christian Vázquez, que se meten en la piel de Iván y Gerardo respectivamente, Ewing se decidió por un formato poco usual al final de la cinta, en la que introduce imágenes reales de la pareja para seguir mostrando su historia de amor, haciendo honor a su faceta de directora de documentales.
Unas imágenes que consiguió después de haberles estado siguiendo con una cámara durante años, aprovechando la cercana amistad que les une, y que por su autenticidad e intensidad la cineasta no pudo dejar de usar.
«No hay otras películas que hacen esto, no tenía otras referencias para estudiar o ver cómo funciona porque no se hace. Pero no quise usar actores para este momento de su vida porque lo que tenia yo era tan emocional y real», apunta Ewing sobre la mezcla de película de ficción y documental que consiguió.
La directora confiesa que inicialmente le daba «miedo» trabajar con actores, ya que nunca había tenido que dirigir a un intérprete, pero la estadounidense tuvo muy claro que quería que tanto Espitia como Vázquez usaran su propia imaginación en la película en lugar de intentar recrear exactamente a un personaje.
Según cuenta Vázquez, la cineasta les prohibió investigar sobre Iván y Gerardo, a los que a su vez también prohibió que contactaran con los actores.
SUPERHÉROES ANÓNIMOS
«Fue muy bonito porque era como estar a ciegas, pero siempre con el corazón por delante, y creo que eso ayudó mucho en el proyecto», explica a Efe Vázquez, que asegura que el trabajar en esta cinta le ayudó a entender mucho mejor los sacrificios de un inmigrante.
«La palabra migrante, sé lo que significa, pero después de este proyecto digo, para mí son como superhéroes anónimos, porque van, arriesgan y lo dejan todo», agrega.
Por su parte, Espitia quiere hacer hincapié en que «Te llevo conmigo» también plantea cómo la migración a EE.UU. divide familias, que en ocasiones no pueden volver a verse nunca, porque si los indocumentados regresan a México no podrán entrar en territorio estadounidense de nuevo.
«Lo que yo he visto con el público en EE.UU. es que no se detenían a pensar esto, en la imposibilidad de regresar, porque lo que construyen en EE.UU. se les esfuma de las manos si regresan y no pueden volver a entrar», plantea el actor mexicano.
«Creo que es importante que una historia amable, una historia de amor, les cuente que también eso sucede. Que a pesar de ser gente trabajadora que está luchando por sus sueños, también tienen este pequeño detalle que no pueden regresar (a México), y que los convierte en algo de lo que se ha hablado mucho, de no ser ni de aquí ni de allá, y cómo eso afecta en la vida de las personas», zanja.