Houston (EE.UU.) – El fiscal general de Texas, Ken Paxton, interpuso una demanda contra el Gobierno de Biden en el que lo acusa de no cooperar para ayudar al estado a verificar la ciudadanía de algunas personas que se han registrado para votar el 5 de noviembre.
El recurso, presentado ante un tribunal distrital en Pecos (Texas), se suma a las denuncias infudadas por parte de otros Gobiernos republicanos -incluyendo Florida y Alabama- de que miles de extranjeros votarán en las presidenciales.
La ley federal prohíbe que una persona que no tenga la ciudadanía estadounidense pueda votar -con penas de hasta 1 año de cárcel – y diversos estudios han encontrado escasos casos de este delito en las últimas décadas.
En la demanda, Paxton acusa al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de no dar suficiente apoyo al estado para verificar si unas 450.000 personas registradas para votar en el estado tienen la ciudadanía.
En Texas hay más de 18,4 millones de electores inscritos – una cifra récord- y en una carta al Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), el propio Paxton reconoce que «no tiene dudas» de que la «gran mayoría» de personas que su estado está investigando son ciudadanos.
Ya existe un sistema en línea, llamado SAVE y administrado por USCIS, que permite a las autoridades electorales verificar el estatus migratorio de la gente, según indicó un portavoz de DHS a EFE.
La plataforma «es la forma más segura y eficiente para verificar la ciudadanía o el estado migratorio de una persona, incluso para la verificación del registro de votantes y/o el mantenimiento del padrón electoral», señaló el portavoz.
El sistema SAVE existe desde 1986 y es usado por más de 1.200 agencias a nivel local, estatal y federal.
En los últimos meses, el Gobierno tejano ha emprendido acciones en contra del «fraude electoral» que han sido tachadas por líderes políticos y activistas locales como una campaña de intimidación para reprimir el voto de las personas de origen latino.
Los latinos son el grupo demográfico más grande de Texas – representan un 40,2 % de la población – y este año 6,5 millones de hispanos podrán votar allí, según datos del centro de Investigaciones Pew.
Tanto el expresidente Donald Trump (2017-2021), quien aspira a un segundo mandato, como líderes y congresistas republicanos de varios estados han promovido la idea infundada de que los demócratas están animando a los migrantes que ha llegado al país en el último año a votar.
Esta narrativa ha sido ampliada por el magnate y dueño de la plataforma social X, Elon Musk, quien ha inyectado millones de dólares en la campaña a favor de Trump.
Múltiples estudios han demostrado que no existen evidencias de que haya una votación a gran escala de personas extranjeras en las elecciones en EE.UU..
Un análisis del centro de pensamiento conservador Bipartisan Policy encontró que entre 1999 y 2023 solo se han registrado 77 casos de delito electoral por parte de personas sin ciudadanía estadounidense.