Ciudad de México.- El proyecto «#The_Wall», que se estrenó el sábado en la Ciudad de México, explora la dicotomía de los muros y las fronteras a través de la danza con un espectáculo que dará inicio al Festival Internacional de la Danza Danzatlán 2022, evento de gran reconocimiento creado por la primera bailarina mexicana Elisa Carrillo.

La obra de danza contemporánea se estrena mundialmente en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart), institución de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.

La coreografía fue creada por la mexicana Yeri Anarika y la propuesta fue comisionada por los primeros bailarines Elisa Carrillo Cabrera y Mikhail Kaniskin, al cumplirse tres décadas de la caída del Muro de Berlín (en 2016). También, coincidiendo con un momento histórico en todo el mundo, donde el fenómeno migratorio aumenta cada día y los migrantes no solo encuentran fronteras físicas, sino ideológicas.

«(Elisa) me dijo que si podíamos hacer una obra con el tema del muro porque en 2016 se celebraron 30 años de la caída del Muro de Berlín (1989), al mismo tiempo que Donald Trump (presidente de Estados Unidos entre 2017 y 2021) subía estos muros con esta propaganda tan fuerte mundialmente conocida», explicó a Efe Anarika tras un ensayo abierto a los medios en el que interpretaron una pequeña parte de este esperado espectáculo.

La coreógrafa, al igual que Carrillo, es mexicana pero vive en Berlín, por lo que ve con especial curiosidad y claridad a la vez la «dicotomía de celebrar la caída del muro en un festejo que significa libertad» y a la vez estar presenciando un momento histórico en el que la frontera entre México y Estados Unidos se convirtió en un lugar de violencia y represión.

La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) ha detectado a cerca de 1,4 millones de indocumentados en lo que va del año fiscal 2022, que inició en octubre pasado.

«Al vivir estos dos mundos era un tema importante que teníamos que hablar. Tenemos que hablar los artistas de los momentos que estamos viviendo», opinó Anarika, aunque insistió en que el proyecto no trata de hacer un juicio sobre lo que está bien y lo que está mal, si no contar la realidad de millones de personas que se desplazan pero también del resto de la sociedad.

«Lo que verá el público es la representación de globalizar nuestro mundo, la sensación de los 41.000 kilómetros de muros que existen en el mundo. Hablamos de los dos lados, de las relaciones de poder, de todo tipo de muros. De gente encerrada, de muros que te invitan (a pasar), pero luego te mandan a regresarte, de quien rompe el muro, de quien imagina deshacerlo», añadió.

 El espectáculo, de tono tragicómico, pero con un mensaje esperanzador, bajo la dirección artística de Kaniskin, y producida por la Fundación Elisa Carrillo Cabrera con el estímulo fiscal Efiartes, dará una segunda función en el mismo recinto del Cenart, el domingo 24 de julio.

También se presentará en el Centro Cultural Mexiquense Anáhuac, en Huixquilucan (Estado de México), el 27 de julio, así como en la Sala de Conciertos “Elisa Carrillo”, del Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, en Texcoco, el 30 de julio.