Tegucigalpa (Por Verónica Castro) – Tomás Ayuso es un contador de historias, quien con sus fotografías va uniendo los hilos de las personas, las comunidades y los países para contar la realidad, un mundo al que llegó por casualidad y le permitió en 2019 convertirse en el quinto ganador del premio James Foley y del portafolio de National Geographic sobre América Latina 2018.
El escritor y fotoperiodista documental destacó durante una plática con Proceso Digital su orgullo por ser hondureño mientras compartió parte de su vida en este mundo de las imágenes capturadas con su lente.
Una necesidad de contar más allá de las palabras
“Comparado a otros compañeros fotógrafos, que aprendieron este oficio de sus padres o que desde chiquitos lo tenía, yo fui a la u (universidad) para hacer análisis, para escribir”, recuerda Tomás, quién obtuvo su licenciatura en Política en 2008 en la Mercyhurst University y su maestría en Seguridad y Desarrollo en The New School.
Confesó que su plan nunca fue ser periodista, mucho menos fotógrafo. “Inicie con la intención de trabajar en ONGs internacionales, organizaciones supranacionales tipo las Naciones Unidas o la Organización de Estados Americanos (OEA), pero por distintas razones personales no pude continuar en este aspecto, estaba viviendo en Estados Unidos y regresé a Honduras”, relató.
El joven fotoperiodista aseguró que por más que escribía, no podía capturar los momentos vividos, sus escritos no plasmaban sus vivencias de la forma que él deseaba, fue entonces cuando tomó la cámara de su hermana Pamela, “fui a tomar fotos y a la gente de gustó”.
Luego comenzó a postear las imágenes en su cuenta en la red social Instagram @tomas_ayuso y a comenzó a ganar seguidores, “fui mejorando y mejorando y en una de esas National Geographic me encontró, me adoptó digamos”, y a partir de ese momento, el fotoperiodismo se convirtió en su vida “ahora mi trabajo visual sobrepasó mi trabajo escrito”.
Para Ayuso, la llegada de la fotografía a su vida fue accidental, “estoy agradecido con lo que sea que pasó para llegar a este punto”.
Capturando la realidad de Latinoamérica
Tomás relata que su trabajo se centra en los conflictos latinoamericanos relacionados con la guerra contra las drogas, el desplazamiento forzado y el despojo urbano.
“Al principio lo que me trajo la atención era que el periodismo en Honduras no se enfoca demasiado en investigación, se enfoca más en temas políticos, más de sociedad pero no entraba en el porqué de las cosas”, dijo.
Para el fotoperiodista, esta fue una oportunidad que decidió aprovechar, “a la gente le gusta contar su historia, todo mundo quiere dejar un registro de que existió. Uno puede ver que el 99 % de las veces, gente que quiere contar su historia con el propósito de dejar un material, ya sea una foto, un testimonio, un audio, lo que sea que demuestre lo que pensó en un momento específico”.
Ahora al cubrir los diferentes tipos de violencia que enfrentan los pueblos de la región, espera registrar una narrativa tanto de las luchas continentales como de los éxitos locales.
Actualmente, Tomás es el investigador principal de Latinoamérica para Noria Research, un grupo de expertos en conflictos con sede en París, además en 2023 presidió el Jurado Global de World Press Photo para América del Norte y América Central 2023.
Su vida como fotoperiodista lo ha llevado a cubrir eventos de trascendencia, como el conflicto colombiano, la crisis europea de refugiados y la lucha por la autonomía de grupos indígenas de toda Latinoamérica.
Entre sus trabajos está por supuesto las vivencias de sus connacionales en la ruta migratoria de Honduras a través de México, las que señaló que se encuentran exhibidas actualmente en el Banco Mundial, en Washington D. C.
Los trabajos de Tomás aparecen en National Geographic, The New Yorker, ICRC, New York Times, ABC News, Harper’s Bazaar, Greenpeace, Naciones Unidas, Bloomberg, MSNBC, Washington Post, Getty, Al Jazeera, NPR, The Nation, Der Spiegel, Deutsche Welle, CNN, The Guardian, Vice News, Danmarks Radio y otros.
Premio James Foley
En 2019, Tomás se convirtió en el quinto ganador del premio James Foley, un galardón que reconoce a periodistas digitales que producen reportajes excepcionales en las condiciones más difíciles.
Al momento de la premiación, el comité de selección señaló que quedó impresionado por su cobertura sin tapujos de los conflictos en América Latina relacionados con la guerra contra las drogas, el desplazamiento forzado y el despojo urbano.
El Premio James Foley honra el nombre del periodista de conflictos y videógrafo estadounidense que fue secuestrado mientras reporteaba para el GlobalPost y Agence France-Presse en Siria, y que fue posteriormente asesinado.
El fotoperiodista relató a Online News Association al recibir el premio que el 2017 pensó en tirar la toalla, porque sentía que por más que trataba no encontraba cómo a la industria.
Ahora que ha logrado este reconocimiento, o el que le dio National Geographic en 2018, describe la experiencia como “inexplicable, inaudito». Si me hubieran dicho en 2017 que iba estar recibiendo premios (como el James Foley) en honor de un periodista fantástico, la verdad sino me controlo me da escalofríos y se me llenan los ojos, no hay palabras para describirlo”.
El trabajo de Tomás incluye el proyecto en curso “El derecho a envejecer”, una serie de historias que examinan por qué los hondureños huyen de su país, cómo lo hacen y su desplazamiento en México. También ha cubierto diferentes frentes de la guerra contra las drogas en México, la realidad posconflicto en Colombia y el impacto del cambio climático en el Caribe.
Exposición World Press en Tegucigalpa
De la mano de Ayuso, las fotografías ganadoras del concurso anual de fotografía de World Press, una muestra que recoge lo mejor y más importante del fotoperiodismo y la fotografía documental de todo el mundo, llegaron a Honduras.
Estas fotografías que fueron escogidas por un jurado de la Fundación World Press Photo, el equivalente a los premios Oscar para el mundo del fotoperiodismo, permanecieron durante tres semanas, desde el miércoles 11 de septiembre hasta el 1 de octubre.
“De cada continente se escogen dos ganadores”, explicó Tomás el día de la inauguración de la muestra en el área cultural del nivel 5 del Distrito Artemisa, colonia El Trapiche, frente a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
El joven fotoperiodista relató que no podía estar más orgulloso de que su casa, tuviera el privilegio de tener la muestra, pues a nivel de Centroamérica es la primera vez que World Press presta sus fotografías para tenerlas en exhibición, incluso en la región de Latinoamérica muy pocas ocasiones se ha realizado.
En la actualidad, esta exposición también se exhibe en Montreal, Canadá; Viena, Austria; Sao Paulo, Brasil; Turin, Italia; Budapest, Hungría; Wellington, Nueva Zelanda; Copenhague, Dinamarca y Hamburgo, Alemania.
“Yo sentía que en Honduras hay un apetito para ver eventos culturales y simplemente no hay tantas opciones, son muy limitadas las oportunidades y World Press apoyó, porque en Honduras nunca se había dado”, comentó Ayuso al relatar cómo fue el proceso de traer la muestra.
Refirió que en Latinoamérica la exposición de las imágenes ganadores solo ha llegado a México y Brasil, por lo que “esta no solo es la primera vez en Honduras, es de las primeras veces en Latinoamérica, por eso es algo que me hace sentir orgullo”, afirmó al agregar que por eso valió la pena, a pesar de los obstáculos que encontró en este proceso. VC