La playa del municipio malagueño de Marbella. EFE/Antonio Paz/Archivo

Madrid – A pesar del avance en la vacunación, algunas regiones españolas apuestan de nuevo por los toques de queda de madrugada para intentar frenar la expansión del coronavirus, sobre todo entre la población más joven, donde esta quinta ola de la pandemia está incidiendo de manera especial.

La vacunación avanza a buen ritmo en España, con el 49,3 % de la población con la pauta completa de la vacuna, pero el COVID-19 avanza sin parar, con una incidencia acumulada de 537 casos por cada 100.000 habitantes, según las últimas cifras oficiales, más del doble de lo que se considera riesgo extremo (250 casos).

Como datos esperanzadores, tanto en Cataluña como en Castilla y León, las dos regiones con la incidencia más alta, está bajando el ritmo de reproducción del virus, lo que augura una ralentización en el ritmo de contagios en los próximos días, según comunicaron este sábado las autoridades sanitarias de ambas regiones.

A LA 1.00 SE ACABA LA FIESTA

Millones de personas, sobre todo en Cataluña y Valencia, regiones de la costa mediterránea española, tuvieron que guardar esta madrugada el toque de queda (restricción de la movilidad) desde la 1.00 hasta las 6.00 de esta la madrugada, a los que se sumaron también algunas poblaciones de Cantabria (norte).

Tanto la Policía como los guardias municipales reforzaron sus efectivos para que se respetara la medida, sobre todo entre los más jóvenes, que aprovechan las noches de verano para salir al aire libre a beber y escuchar música en grandes grupos, conocidos como «botellones».

Después de la 1.00 de la madrugada los agentes tuvieron que desalojar de parques y playas a miles de jóvenes, aunque el proceso se hizo sin incidentes, según las autoridades.

En Cataluña (7,7 millones de habitantes), donde el 80 % de la población está afectada por el toque de queda, entre ellos los de la ciudad de Barcelona, la restricción se cumplió «bastante», según afirmó el responsable de Interior del Gobierno catalán, Joan Ignasi Elena.

Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona comunicó que las calles de la capital catalana estaban «bastante vacías» hacia las 2 de la madrugada, y eso no se tradujo en un aumento de los avisos a la policía por fiestas en domicilios particulares.

También en la Comunidad de Valencia (5 millones de habitantes), las fuerzas de seguridad desalojaron esta madrugada varios botellones, uno de ellos de unas 1.000 personas en Torrevieja (Alicante), e impusieron 61 sanciones en la provincia de Valencia por incumplimiento de las restricciones de movilidad nocturna.

Pese a ello, los agentes despejaron las zonas de afluencia de personas sin incidencias destacables en los 32 municipios de la región con toque de queda, entre ellos, la capital.

VACUNAS PARA FRENAR LA PANDEMIA

Las autoridades sanitarias coinciden en que la vacuna es la principal arma para frenar el virus, junto con las restricciones a la movilidad.

En España, el proceso de vacunación mantiene muy buen ritmo, con 23,3 millones de personas (casi el 50 % de la población) con la pauta completa , y el objetivo es alcanzar el 70 % de la inmunización a finales de verano, según insistió hoy el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

De acuerdo con los últimos datos de vacunación del Ministerio de Sanidad, 29 millones de personas (61 % de la población) ya recibió al menos una dosis y 23,3 millones (49,3 % de la población) tienen la pauta completa.

El proceso está muy avanzado entre los mayores 40 años, con el 79,6 % del grupo inmunizado completamente y avanza entre los más jóvenes, los últimos en recibir la vacuna, según decidieron las autoridades.

Así, en el grupo de 20 a 29 años, donde la incidencia acumulada es más alta, (1.666 casos), el 12 % ya tiene la pauta completa y el 23 % está vacunado con al menos una dosis.