Washington – El presidente de EE.UU., Donald Trump, defendió hoy la polémica separación de familias de inmigrantes en la frontera con México y consideró que, si los extranjeros, «sienten» que van a ser alejados de sus familiares, entonces «no vendrán» a territorio estadounidense.
«Si sienten que habrá una separación, entonces no vendrán», dijo Trump en declaraciones a la prensa cuando salía de la Casa Blanca para acudir a un acto de campaña en Richmond (Kentucky).
El mandatario defendió su actuación en materia migratoria y no desmintió informaciones del diario The Washington Post, que afirma que el Ejecutivo prepara nuevas medidas que implicarían la separación de las familias de inmigrantes que tratan de llegar a EE.UU. de forma irregular.
«Estamos analizando todo lo posible cuando se trata de inmigración ilegal», aseguró, sin dar más detalles.
Según The Washington Post, que cita fuentes de la Casa Blanca, una de las opciones que estudiar el Gobierno consiste en mantener juntos bajo custodia a las familias durante los primeros 20 días de detención, el tiempo máximo permitido para retener a un menor de edad.
Pasado ese tiempo, daría dos opciones a los mayores de edad mientras procesan su deportación: liberar a los niños, separándoles de ellos, o mantenerles encerrados con ellos.
Esa opción violaría el llamado acuerdo de Flores, aprobado en 1997 y que establecía el límite máximo que un niño inmigrante puede ser privado de libertad.
Para frenar la llegada de inmigrantes, el Gobierno comenzó a aplicar en abril unas política fronteriza de «tolerancia cero», que provocó la separación de sus padres de más de 2.500 menores.
Ante las fuertes críticas que generó esa separación, Trump se vio obligado a firmar un decreto en el que ordenaba el fin de la división de familias, pero en el que abría la puerta a la posibilidad de privar de libertad a los menores durante un período indefinido de tiempo.