Washington – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió este jueves con senadores republicanos para evaluar la posibilidad de impulsar un proyecto de ley que proteja de la deportación a los miles de jóvenes indocumentados que llegaron al país cuando eran niños, conocidos como «soñadores».

Trump considerará esa posibilidad solo si el Tribunal Supremo de EE.UU. tumba definitivamente en junio el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés), impulsado por el hoy expresidente Barack Obama e interrumpido en 2017 por el actual mandatario, declaró el senador republicano Lindsey Graham.

«Mi conclusión es que si el Tribunal le da la razón al presidente (en su decisión de acabar con DACA), no vamos a permitir que las vidas de esta gente den un vuelco», dijo Graham, quien participó en la reunión con Trump junto con otros senadores republicanos, en declaraciones a la cadena Fox News tras el encuentro.

«Lo que vamos a hacer es intentar impulsar un paquete (de medidas) que protejan a la población de DACA pero que también hagan cosas para arreglar este sistema que está tan descompuesto, y veremos lo que pasa cuando llegue ese momento» en junio, añadió el senador.

La Casa Blanca no quiso hacer comentarios sobre la reunión, que no estaba en la agenda pública de Trump y en la que participaron algunos de los senadores republicanos más conocidos por su línea dura en materia de inmigración, como Tom Cotton y David Perdue, además de Mike Lee, Ted Cruz, Kevin Cramer o Martha McSally.

Graham aseguró que el presidente no parece dispuesto a firmar una ley que únicamente proteja de la deportación a los «soñadores», y quiere aprovechar la ocasión para extraer de la oposición demócrata alguna medida más para reformar el sistema migratorio, lo que promete dificultar cualquier acuerdo en un año electoral.

En enero de 2018, Trump ya ofreció una vía a la ciudadanía para 1,8 millones de jóvenes indocumentados -más que los 690.000 «soñadores» protegidos por DACA- a cambio de ciertas reformas al sistema de inmigración legal y de 25.000 millones de dólares en una década para erigir el muro en la frontera con México y reforzar la frontera.

La negativa de los demócratas a concederle fondos para el muro y la inflexibilidad de Trump al respecto impidieron cualquier avance en las negociaciones sobre DACA y los soñadores quedaron en un limbo, aunque los que ya estaban inscritos en el programa antes de su anulación han podido mantener por ahora sus beneficios.

«El presidente ya puso sobre la mesa una oferta para que 1,8 millones de personas que se ajustan al perfil de DACA puedan tener una vía a la ciudadanía, pero quiere conseguir algo para hacer frente al problema que subyace» en la frontera, afirmó Graham.

Según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, en inglés), hasta el 30 de junio pasado un total de 660.880 «soñadores» estaban amparados por el programa DACA, de los que 529.760 eran de origen mexicano, seguidos por 25.350 salvadoreños y 17.260 guatemaltecos.