Washington.- El presidente de EE.UU., Donald Trump, calificó hoy de «rata» a su exabogado personal, Michael Cohen, que fue condenado a tres años de prisión después de colaborar con la Fiscalía en distintas investigaciones, incluida la de la llamada «trama rusa».
«Recuerden, Michael Cohen solo se convirtió en una ‘Rata’ después de que el FBI hiciera algo que fue absolutamente impensable y que no se había escuchado hasta que la ‘caza de brujas’ se inició ilegalmente», aseguró el mandatario en su cuenta de Twitter.
El término «rata» es tradicionalmente empleado en las organizaciones de actividades ilícitas para referirse a un «chivato» o «delator», alguien que realiza una confesión a las autoridades sobre la propia organización.
Asimismo, Trump criticó el registro del FBI de las oficinas de Cohen el pasado abril y se preguntó por qué no hicieron lo mismo en las de su rival electoral, la demócrata Hillary Clinton, a quien se refiere recurrentemente como «Corrupta».
«¡ENTRARON EN LA OFICINA DE UN ABOGADO! -prosiguió- ¿Por qué no entraron en el DNC (Comité Nacional Demócrata) para conseguir el servidor o en la oficina de Corrupta?».
Cohen, el hombre para todo de Trump que llegó a decir que recibiría una bala por él, fue sentenciado esta semana a tres años de prisión por distintos delitos, entre ellos la violación de financiación de campaña en la que ha involucrado directamente al presidente.
La condena contra Cohen, emitida por un tribunal de Nueva York, abarca, entre otras cuestiones, el pago por el silencio de dos mujeres que mantuvieron presuntamente relaciones con Trump, pero también incluye asuntos vinculados a la «trama rusa», como el proyecto de ubicar en Moscú una «Trump Tower».
El mandatario reaccionó esta semana a las acusaciones de su exabogado personal.
«Nunca ordené a Michael Cohen violar la ley. Es un abogado y se supone que conoce la ley», recalcó Trump en su cuenta de Twitter.
El fiscal especial Robert Mueller investiga desde mayo de 2017, de manera independiente al Gobierno, los posibles lazos entre miembros de la campaña de Trump y el Kremlin, al que las agencias de Inteligencia acusan de interferir en los comicios de 2016, además de un supuesto delito de obstrucción a la justicia de Trump.