Washington – El Gobierno del presidente Donald Trump redujo la cuota de refugiados que puede acoger EE.UU. el próximo año a 15.000, la cifra más baja hasta ahora, siguiendo sus políticas contra la entrada de extranjeros en pleno año electoral.
La medida, contenida en un mensaje enviado por el Departamento de Estado en la noche del miércoles al Congreso y que se ha conocido este jueves, ha sido duramente criticada por las organizaciones que defienden a los refugiados.
El Gobierno tenía de plazo hasta la conclusión del año fiscal 2020, que terminó este miércoles, para notificar al Congreso la cifra de refugiados que acogerá en el próximo ejercicio, que es la más baja desde que en 1980 se firmó la Ley de Refugiados.
En el año fiscal 2020 el Gobierno había reducido ya el límite al mínimo histórico de 18.000 refugiados, a los que Trump ha descrito en varias ocasiones como una carga y una amenaza para la seguridad del país.
De hecho, debido a la pandemia del coronavirus, el Gobierno estadounidense admitió en todo el año fiscal 2020 a menos de 12.000, según datos publicados por el diario The Washington Post.
«La Administración Trump cierra la puerta a los perseguidos en la peor crisis de desplazamiento de la historia, con 29,6 millones de refugiados en el mundo», dijo en un comunicado Elissa Díaz, presidenta de la Coalición de inmigración interreligiosa (IIC).
La activista recordó que Trump ya ha recortado el programa de reasentamiento de refugiados de Estados Unidos en más del 80 %, y pidió que la cuota de refugiados admitidos se eleve a 95.000.
Lawrence E. Couch, director del Centro Nacional de Defensa de las Hermanas del Buen Pastor, se refirió al coincidencia del anuncio de esta reducción en vísperas de las elecciones del 3 de noviembre, en las que Trump se juega la reelección ante el demócrata Joe Biden.
«Con la pandemia, la crisis económica y la campaña electoral, 2020 será recordado como un año de miedo, aislamiento, violencia y una política proteccionista de ‘yo primero'», por parte de Trump, dijo, y califico la decisión como «moralmente cuestionable».
En su notificación al Congreso, el Gobierno señaló que prevé «recibir más de 300.000 nuevos refugiados y solicitudes de asilo» en 2021, de los que 15.000 serían refugiados a través del Programa de Admisión de Refugiados y más de 290.000 «nuevos casos de asilo».
El Gobierno de Trump aplica desde hace meses la política de «Permanecer en México», que ha obligado a decenas de miles de personas en «condiciones peligrosas y precarias» a quedarse en el vecino país mientras solicitan asilo en Estados Unidos.
Además, ha recurrido al argumento de la pandemia para endurecer la entrada de nuevos refugiados.
En Gobiernos anteriores al de Trump, tanto republicanos como demócratas, el límite de refugiados generalmente excedía los 70.000 al año, y Biden se ha comprometido, de ganar las elecciones del 3 de noviembre, a admitir 125.000 al año.