Fotografía del expresidente Donald Trump. EFE/Shawn Thew/Archivo

Washington – El Gobierno del ahora expresidente Donald Trump (2017-2021) inició la separación de familias migrantes meses antes de lo hasta ahora informado sobre esa política, calificada por defensores de los migrantes de «crueldad intencional».

Según un artículo del diario The Washington Post, agentes de la Patrulla Fronteriza en Yuma (Arizona) empezaron a aplicar en mayo de 2017, apenas unos meses después de la llegada de Trump a la Casa Blanca en enero de ese año, un programa no reportado denominado «Iniciativa de Consecuencia Criminal», que permitía el encausamiento de los migrantes que cruzaran la frontera ilegalmente por primera vez.

Esto incluía a los padres y madres que entraran a Estados Unidos con sus hijos y fuesen separados de ellos.

Entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2017, según datos del Departamento de Seguridad Nacional citados por el Post, 234 familias migrantes fueron separadas en Yuma, casi la misma cifra de separaciones que en el programa piloto que se aplicó en El Paso (Texas) ese año.

Según los datos del Gobierno entre los menores separados de sus familias en Yuma había niños de 10 meses de edad.

«Dado que el programa empezó en Yuma en mayo y los datos existentes de separaciones de familias comienzan solo a partir de julio, el número de separaciones fue, probablemente, mayor que 234», señala el rotativo.

El Gobierno del actual presidente, Joe Biden, investiga lo ocurrido con la separación de familias pero su pesquisa opera con los datos a partir de julio y, según defensores de los migrantes, muchas de las familias separadas en Yuma siguen sin saber de sus hijos cuatro años más tarde.

«Esto es otra evidencia acerca de la extensión de la crueldad intencional de la política de separación de familias del Gobierno de Trump», dijo Paola Luisi, directora de Families Belong Together.

«Arrancaron a los niños de los brazos de sus madres y padres, deportaron a muchos de esos padres y madres enviándolos de retorno a situaciones peligrosas y no se preocuparon de seguirles el rastro», añadió.

«Miles de niños siguen separados de sus familias años más tarde porque el Gobierno de Trump no tenía intención de reunir a las familias», sostuvo Luisi. «Eso fue intencional».

Entre 2017 y 2018 familias de al menos 22 países fueron separadas de sus hijos por las autoridades de migración en la frontera sur de Estados Unidos, y si bien la mayoría provenían de América Central, otros migrantes procedían de sitios tan distantes como Hungría, Congo y Kirguistán.

La política de separación de familias terminó en junio de 2018 por orden de los tribunales.