Análisis de Alberto García Marrder – Especial para Proceso Digital.

El hundimiento en el Mar Negro del crucero “Moskva”, el buque insigne de la flota rusa, es otra fragante humillación a Vladimir Putin en la guerra de Ucrania, que ya entra en su octava semana.

Es también una humillación para la Armada rusa que no pudo detectar y destruir el miércoles pasado dos mísiles ucranianos Neptune, presuntamente lanzados desde la costa cerca del puerto de Odessa.

El gobierno ruso desmiente ese ataque y alega que hubo un incendio abordo que alcanzó el almacén de municiones y que el buque se hundió ayer cuando era remolcado a puerto, bajo una fuerte tormenta. Los casi 500 tripulantes aparentemente se salvaron.

Pero la versión ucraniana se ve más genuina porque horas después, unos seis buques de guerra rusos se alejaron de la costa para, obviamente, estar más lejos de otro posible ataque de misiles ucranianos.

Dentro de la urgencia del caso y ante la falta de datos más completos, están son mis diez conclusiones en un análisis apresurado:

1-El líder ruso, Vladimir Putin, aislado en el Kremlin y sin escuchar a sus pocos asesores, debe estar desesperado, furioso y frustrado. Ya no podrá contar con el “Moskva” para lanzar mísiles ante un posible ataque a Odessa.

2- Representa también, tras el fracaso de no poder controlar la capital Kiev, la imagen de unas fuerzas armadas rusas que se han mostrado ineficaces, obsoletas y ancladas en la era soviética.

3- Putin, en represalia por el hundimiento, puede dar ahora la orden de que la ofensiva final y decisiva contra la zona del Donbás, en el este de Ucrania, sea “sin piedad”, drástica y cruel. Con previos y despiadados bombardeos aéreos de ciudades y acabar finalmente con la destrucción del puerto de Mariupol.

4- Aún peor: Putin podría, en su locura de revancha, ordenar el bombardeo aéreo (Rusia domina el espacio aéreo de Ucrania) de la capital Kiev con armas químicas prohibidas y, ojo, hasta un ataque nuclear muy limitado.

5- William J. Burns, director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) y exembajador americano en Moscú, dijo que en su desesperación ante la falta de una victoria en Ucrania, Putin podría lanzar un ataque táctico o de poca potencia nuclear, aunque no tiene información que eso sea inminente.

6- El hundimiento del “Moskva” podría convencer a Estados Unidos y a la Alianza Atlántica (OTAN) de que si se arma a Ucrania con equipo ofensivo, y  no solo defensivo, esa guerra podría ser ganada por los ucranianos.

7- Estados Unidos, por medio de los estados ex soviéticos (y ahora miembros de la OTAN), como Polonia y Eslovaquia, está suministrando a Ucrania sistemas de misiles tierra-aire S-300 de la época soviética, que podría significar el fin del control aéreo en ese país, por parte de Rusia.

8-Los fracasos de Putin en Ucrania y las pérdidas de más de 7,000 soldados rusos y 300 tanques, preocupa a la cúpula militar de las fuerzas armadas rusas. Si hay una rebelión interna contra Putin, vendrá de ese lado.

9-Putin necesita una victoria militar (la tendría en el Donbás) para dar por terminada la guerra antes del 9 de mayo, el día de la gran conmemoración en toda Rusia de los triunfos rusos-soviéticos en la Segunda Guerra Mundial.

10-Ucrania sigue recibiendo diariamente por su frontera con Polonia enormes cantidades de armamento de Estados Unidos, el Reino Unido y otros países europeos. Moscú ha advertido que esos corredores de suministros son “blancos de un ataque ruso”. Un pequeño error geográfico podría implicar a la OTAN si hay un ataque contra una posición fronteriza polaca.