Tegucigalpa – Un inmigrante hondureño de apellido  Reyes se encontraba trabajando en una construcción cuando se cayó del techo de la obra y se fracturó su pierna. Sus compañeros de labores dijeron no haber visto nada y su patrón se negaba a indemnizarlo, por lo que recurrió a un abogado para que interpusiera una demanda ante una corte en Nueva York, Estados Unidos.

-El abogado de inmigración mantiene vínculos cercanos con Honduras ya que su esposa es originaria del país centroamericano.

-Los hondureños se desempeñan esencialmente en el rubro de la construcción según estadísticas de la firma del letrado estadounidense.

El abogado de inmigración, Charles Wisell, interpuso una demanda ante una corte neoyorkina, logrando al final del juicio demostrar que su defendido estaba en plena jornada durante el accidente, reivindicó los derechos laborales del migrante hondureño tras ganar la demanda por un monto de seis millones de dólares a nombre del “catracho” originario del norteño departamento de Yoro.

El abogado Wisell, especializado en temas laborales y de inmigración, lleva muchos casos de hondureños, ya que tiene un vínculo especial con el país al estar casado con una connacional. Igualmente defiende a otros centroamericanos y mexicanos.

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El abogado, quien solicitó solo referirse a su cliente como el señor Reyes, narró a Proceso Digital que fue un caso difícil, ya que este hondureño cayó de un techo, mientras trabajaba, y se fracturó una pierna, pero todos los testigos dijeron no haber visto nada.

“Ahora mismo yo gané un caso de un señor hondureño de Yoro, quien estaba involucrado en un accidente donde cayó de un techo y se fracturó una pierna y todos dijeron que no pasó”, contó el letrado dedicado al derecho laboral.

“Fue un caso súper difícil pero enfrente del juez yo gané el caso por él… es casi un crimen porque todos decían que no pasó, pero gracias a Dios por el muchacho, porque va a tener el dinero para su tratamiento y familia”, continuó.

Detalló que este hondureño tiene su esposa en Tegucigalpa, capital de Honduras, y dos hijos en Nueva York, Estados Unidos.

Precisó que, el dinero no es entregado en su totalidad al hondureño ya que del mismo se deducen aspectos como gastos de representación, pero se trata de una cantidad justa para que este hondureño pueda seguir con su vida luego del accidente que le dejó una pierna fracturada.

El experto relató que en muchos casos los migrantes optan no iniciar una demanda laboral por el temor a ser deportados.

Especialmente en esta época donde el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), realiza redadas contra inmigrantes indocumentados en centros laborales, escuelas y otros sitios públicos.

 Al respecto, aceptó que existe el riesgo que el patrón llame a los agentes de migración.

“Siempre hay riesgos, cuando llegan estos casos a las cortes, la verdad es que alguien puede informar al ICE”, acotó.

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No obstante, explicó que durante el proceso de una demanda, los agentes del ICE no pueden intervenir.

En cuanto a los límites económicos, refirió que en una demanda laboral no existen y que va a depender del tipo de accidente.

“No hay límites en el dinero, eso va a depender del golpe que reciba el demandante”, externó.

Señaló, que este factor va a depender también del tratamiento que deba recibir el perjudicado, así como de sus salarios perdidos a causa de la lesión.

En ese sentido, recordó que este último caso, en el que representó a un hondureño, ganó la demanda por un monto de seis millones de dólares.

“Parece mucho dinero, pero él sufrió mucho y es lo justo por todo lo que va a necesitar”, apostilló.

El experto enfatizó que como profesional analiza los casos a representar, ya que existe la posibilidad que los migrantes busquen aprovechar una oportunidad.

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Indicó que su bufete llamado “Lipsig, Shapey, Manus & Moverman, P.C.” se ubica en New York, NY 10038, 40 Fulton Street, y ofreció su servicios a los indocumentados que han sufrido accidentes laborales y por miedo a la deportación no han decidido iniciar una acción legal.

Reveló que la mayor parte de la masa laboral de hondureños se concentra en el rubro de la construcción, pero un accidente laboral se puede suscitar en cualquier ámbito.

“Los casos se dan por dos cosas, primero ayudar a la gente involucrada y segundo que la compañía entienda que deben pagar por las cosas que hacen o no, por ejemplo, no brindar protección”, zanjó el estadounidense, quien dijo conocer mucho de Honduras, ya que se encuentra casado con una “catracha”, quien también colabora en su firma.

“Cuando ellos (las compañías) tienen casos en su contra por millones de dólares, van a cambiar la forma de como realizan sus trabajos”, prosiguió.

Cabe señalar, que en  el pasado ya ha ganado casos en nombre de hondureño, quienes han sufridos accidentes laborales y han decidido emprender una acción legal.

“Tengo bastantes clientes que son hondureños pero también de El Salvador, Guatemala y México”, citó.

Finalmente, se refirió a las redadas de inmigrantes en su país y señaló que los migrantes quieren cruzar la frontera para trabajar y consideró que no son criminales como les ha llamado el presidente Donald Trump a todos los inmigrantes.

¿Qué quiere hacer la gente al cruzar la frontera? Preguntó, al tiempo que respondió trabajar. “Ellos quieren trabajar y no son criminales, pero el presidente (Trump) quiere dar una versión diferente de lo que está pasando, por ejemplo dice que está deportando a muchos pandilleros, pero la mayoría de inmigrantes está trabajando porque quiere  hacer su base más fuerte”, concluyó.