Chicago (IL) – Senadores demócratas presentaron este miércoles un proyecto de ley denominado American Dream Employment Act para autorizar a los jóvenes inmigrantes beneficiarios de la Acción Diferida (DACA) a trabajar o participar en pasantías pagadas en el Congreso.
De ser aprobado, el proyecto cambiará la ley actual para incluir a los beneficiados por la orden ejecutiva firmada en 2012 por el entonces presidente Barack Obama en una categoría adicional de individuos elegibles para ser empleados en el Congreso de los Estados Unidos.
Este cambio se aplicaría exclusivamente para empleo en la Cámara de Representantes y el Senado.
«Los ‘dreamers’ (soñadores) son estadounidenses en todo sentido, menos en el papel y merecen la oportunidad de dedicarse al servicio público en el Congreso», declaró el senador demócrata de origen cubano Bob Menéndez, de Nueva Jersey, quien integra el grupo de patrocinadores del proyecto junto a Kamala D. Harris (California), Catherine Cortez Masto (Nevada) y Richard Durbin (Illinois).
«Esta legislación romperá las barreras para los ‘dreamers’ en el Capitolio y les abrirá las puertas a puestos pagos de tiempo completo, en los que podrán trabajar en legislaciones que afectan su vida y futuro», agregó.
Harris, aspirante a la nominación presidencial demócrata para las elecciones de 2020, opinó que «el gobierno funciona mejor cuando refleja a la gente que representa».
Mencionó que colocó un cartel gigante con la leyenda «DREAMers Welcome Here» (Soñadores bienvenidos aquí) a la entrada de su oficina, porque «conocemos y valoramos las contribuciones que han realizado estos jóvenes en sus comunidades».
Sin embargo, «ahora mismo esos mismos jóvenes tienen prohibido trabajar en el Congreso y eso debe cambiar. Nuestros soñadores son algunos de los mejores y más brillantes de la nación, y debemos aprovecharlo», agregó.
Durbin, que presentó en 2001 la primera versión del Dream Act, dijo que desde entonces ha conocido a cientos de «soñadores» que han servido a sus comunidades como maestros, enfermeros, ingenieros y soldados.
«Muchos se han dedicado al servicio público, y no tiene sentido privar al Congreso de esos talentos», expresó en un comunicado, donde señala además que en sus oficinas han trabajado «soñadores» como voluntarios y muchos podrían servir como funcionarios con sueldo.
No obstante, Durbin, que junto con el republicano Lindsey Graham presentó recientemente una nueva versión de su iniciativa para legalizar el estatus de los «soñadores», reconoció en una entrevista con Efe que su aprobación será un proceso de largo plazo.
El programa DACA ha amparado a cerca de 690.000 jóvenes indocumentados, que gracias a eso tienen permiso temporal de trabajo y residencia y protección frente a una deportación, pero desde que Donald Trump asumió la Presidencia ha intentado anularlo.
«Soñadores» como Juan Escalante, un activista proinmigrante que en su momento no pudo postularse a una pasantía por ser indocumentado, recibieron la iniciativa como «otro paso» en el reconocimiento de los aportes realizados por los beneficiarios de DACA.
«Nuestros líderes tratan de asegurar que las personas como yo, que han trabajado duro, tengan oportunidades para seguir mejorando a este país, que al fin y al cabo es lo que queremos», agregó.
Greisa Martínez Rosas, beneficiaria de DACA y subdirectora ejecutiva de la organización de jóvenes United We Dream, dijo que es «una solución importante», pero exhortó a los legisladores a «soñar en grande» y a derribar otras barreras.
«Nuestras comunidades necesitan más soluciones que brinden ciudadanía, unidad familiar y dignidad para todos», dijo en un comunicado.
Para Diana Pliego, del Centro Nacional de Justicia para el Inmigrante, el proyecto de ley es «un paso en la dirección correcta», pero también reclama más propuestas incluyentes como esta, que aseguren a los jóvenes «acceso total a oportunidades profesionales» y que expandan su potencial de «aprender y ser líderes».
Un proyecto similar a la American Dream Employment Act fue introducido en la Cámara de Representantes por la Congresista Ann Kirkpatrick (D-AZ) y cuenta con el apoyo de 57 legisladores, entre ellos demócratas y republicanos.