Sao Paulo – Desde un emocionado tributo a la cultura de Kenia hasta la saga de una guerrera negra esclavizada, pasando por la exaltación de los 124 años del cine, las más variadas narrativas se encuentran en las pistas del sambódromo de Sao Paulo, cuyos desfiles inauguran el carnaval de la mayor ciudad de Brasil.
La escuela de samba «Colorado do Brás» fue la encargada de la apertura de la primera noche de desfiles en el sambódromo del Anhembi en la madrugada de este sábado, con un homenaje al «espíritu guerrero» de Kenia y los males que ha atravesado ese país africano desde los tiempos de esclavitud hasta la conquista de la libertad.
«La cadena se rompió. El suelo se estremeció. Libertad amaneció en lindo rayo rojizo», bramaban simultáneamente los integrantes de la escuela mientras lucían elaborados disfraces multicolores que evocaban las exhuberantes fuerza y cultura kenianas.
Mientras recorrían los 530 metros del sambódromo, proyectado por el arquitecto Oscar Niemeyer, los más de 2.000 integrantes de la escuela conquistaron la simpatía de los miles de asistentes que acompañaban el desfile desde los graderíos, quienes no tardaron en rendirse a la samba, los colores y el carisma que cruzaban la pista.
Enseguida el viaje por el sambódromo dio lugar a un recorrido por los 124 años del cine por las manos -y voces- de la escuela «Imperio de Casa Verde», que exhibió a la audiencia no solamente uno, sino 215 emblemáticos Darth Vader.
Con un enredo, como se conocen las historias cantadas que dan ritmo y vida a los desfiles, inspirado «en las mejores películas de Hollywood», la escuela ofreció una inmersión al mundo del Séptimo Arte, donde Luke Skywalker, la princesa Elsa, el Hulk y Maléfica cobraron vida y se reunieron todos en una de las imponentes carrozas elaboradas por la escuela.
«La luz de la imaginación, que gana proyección y se eterniza, reluce en nuestros corazones y transborda emociones en esta avenida», cantaban al unísono los integrantes de la escuela bajo una lluvia torrencial, que no pareció afectar a una animada audiencia que recordaba sus iconos cinematográficos a medida que cada nueva carroza emergía en la avenida.
Pero como es habitual en el carnaval, las críticas sociales y los males que aquejan al país no podían quedar fuera de la principal cita festiva de Brasil.
Así, mientras la «Mancha Verde» brindó a los asistentes con la «saga de una guerrera negra» y evocó los derechos de la población negra, de las mujeres y de la libertad religiosa, la «Académicos do Tucuruvi» abrieron las heridas del «heroico» pueblo brasileño y su lucha por alcanzar la libertad desde los tiempos del descubrimiento hasta hoy.
La «Mancha Verde», vinculada al Palmeiras y que contó con la presencia en el graderío del actual entrenador del club, Luis Felipe Scolari «Felipao», contó la historia de la princesa Aqcualtune, esclavizada en la República del Congo y forzosamente trasladada a Brasil.
A «Mancha Verde» le siguió la escuela «Académicos de Tucuruvi», que presentó, con mucho ritmo, colores y sonrisas, la lucha por la libertad en el país, desde la llegada de los colonizadores portugueses hasta la batalla por el reconocimiento de los diversos derechos que aún son negados en el gigante sudamericano.
Completarán la jornada de esta primera noche de desfiles las escuelas «Académicos do Tatuapé», «X-9 Paulista» y «Tom Maior».
En la madrugada de este domingo, será el turno de las otras siete que conforman el Grupo Especial (categoría de elite): «Águias de Ouro», «Dragoes da Real», «Mocidade Alegre», Vai-Vai», Rosas de Ouro», Unidos de Vila Maria» y «Gavioes da Fiel».