Tegucigalpa-Una mujer fue atacada con un machete a manos de su pareja en Reitoca, Francisco Morazán, acción que le quito la vida a la fémina, lo que refleja que la violencia intrafamiliar sigue cobrando víctimas en el país en este tiempo de confinamiento domiciliario declarado por el gobierno para lograr contener la propagación del COVID-19.

-Organizaciones de mujeres piden al gobierno declarar una emergencia ante el incremento de muertes violentas de féminas.

Según se informó, tras una acalorada discusión el hombre tomó el arma blanca y la asesinó, posteriormente se dio a la fuga.

Agentes policiales iniciaron la investigación para dar con el paradero del agresor.

El pasado viernes ocurrió la muerte con saña de una mujer que fue atacada con un hacha por parte de su compañero de hogar un sector del departamento de Yoro, región norte de Honduras.

Muertes de mujeres otra pandemia

La directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), Migdonia Ayestas, lamento que en promedio a diario se registre la muerte violenta de una mujer en el país.

 “La violencia contra las mujeres y los feminicidios son una pandemia que también hay que combatir”, señaló Ayestas.

Recordó que la tasa de feminicidios en promedio fue del 8.6 por ciento en 2019, con una clara impunidad para los responsables.

“Nuestro país se ha convertido en un territorio donde las mujeres son criminalizadas, con una tasa de feminicidios de cinco por ciento por cada 100 mil habitantes y para colmo una impunidad que supera por mucho el 90 por ciento”, reprochó.

Los responsables utilizan armas cortopunzantes como hachas, cuchillos, machetes y navajas, entre otras, detalló.

 “En Honduras necesitamos tomar consciencia sobre cómo vivir en paz. Hay que prevenir la violencia contra las mujeres y contra los niños en la presente emergencia”, apuntó.

Este año más de un centenar de mujeres han sido asesinadas en este país centroamericano, según estadísticas que manejan las organizaciones de mujeres quienes exigen a las autoridades declarar una emergencia ante el incremento de crímenes.