Los Ángeles – Las universidades públicas de élite admiten a un número desproporcionadamente bajo de estudiantes latinos y afroamericanos, a pesar de recibir más fondos por cada alumno, según un estudio de la Universidad de Georgetown presentado hoy.
El estudio «Nuestras universidades públicas separadas y desiguales», elaborado por el Centro de Educación y Fuerza Laboral (CEW, siglas en inglés) de la Universidad Georgetown (Washington, D.C), alega que las universidades públicas selectivas «no representan la población a la que se supone deben atender».
Según el informe, «los blancos (no hispanos) están representados desproporcionadamente en las universidades públicas selectivas» y constituyen el 64 % de los admitidos a primer semestre, aunque solo representan el 54 % de toda la población en edad universitaria.
Los latinos, por su parte, sólo representan el 12 % de los estudiantes de primer año en las universidades selectivas, aunque son el 21 % de la población en edad universitaria.
De igual forma, sólo el 7 % de los estudiantes de primer año en estas universidades son afroamericanos, aunque su representación entre la población de edad universitaria es del 15 %.
«Con diferencia, muchos más estudiantes latinos y afroamericanos que cumplen con los requisitos para estudiar en universidades selectivas nunca van a una de ellas», señaló hoy Anthony Carnevale, autor líder del estudio y director de CEW.
La investigación resaltó que «el acceso a colegios públicos importa porque el dinero importa», pues las universidades públicas selectivas reciben más recursos estatales y locales por estudiantes de tiempo completo (FTE) que las universidades públicas de aceptación abierta, también conocidas como «colegios públicos».
Por lo tanto, las selectivas pueden gastar más dinero en sus estudiantes en apoyo académico que los colegios comunitarios.
Así, la diferencia entre el dinero destinado para ayuda académica y de instrucción por estudiante entre estos dos tipos de centros de enseñanza ha crecido de 8.800 dólares en 2005 a 10.600 en 2015, destacó el reporte.
Para Martin Van Der Werf, director asociado de Editorial y Política Post Secundaria de CEW y coautor del informe, la diferencia se debe en parte a una desigualdad de distribución de fondos para universidades públicas, originada en influencias que tienen que ver con el poder económico y la raza.
«La financiación diferente entre universidades públicas selectivas y las de acceso abierto se debe en parte a una negociación política de élite entre legisladores, gobernadores, universidades selectivas y familias influyentes, la mayoría blancas», señaló el experto a Efe.
Van Der Werf afirmó que -en promedio- los estudiantes en universidades públicas selectivas tienen un 85 % de posibilidades de graduarse «comparado con sólo 51 % de los colegios públicos de acceso abierto».
Las posibilidades se reducen para latinos y afroamericanos, que se gradúan como promedio de 81 % de las universidades públicas selectivas y sólo un 46 % de colegios comunitarios.
Los estudiantes blancos no hispanos se gradúan por su parte en índices de 81 % para las selectivas y de 55 % para las públicas abiertas.
El estudio critica que las universidades públicas selectivas «se recargan excesivamente en los resultados de las pruebas estandarizadas» -SAT y ACT- para decidir su admisión.
En el país, más de 341.000 estudiantes latinos y afroamericanos obtienen resultados por encima del promedio en las pruebas estandarizadas de admisión, pero sólo el 19 % de ellos va a universidades selectivas, en comparación con el 31 % de los estudiantes blancos no hispanos, según el análisis.
Como resultado, de los 41 estados del país que tienen universidades públicas selectivas sólo en uno, Florida, los latinos están representados en igualdad con su participación entre la población de edad universitaria.
Por el contrario, California donde el 48 % de la población en edad universitaria es latina, presenta una de los mayores diferencias con sólo el 25 % de los estudiantes hispanos inscritos en universidades públicas selectivas.
Para los investigadores, estas diferencias se reflejan en el mercado laboral. «Los blancos ganan en promedio 50.000 dólares al año mientras los latinos ganan 33.000 dólares y los afroamericanos 38.000», anotan.
La investigación no tomó en cuenta otros factores como el mayor costo de las matrículas en las universidades selectivas.
El estudio concluye que el sistema universitario del país está diseñado para favorecer «a través de las generaciones» el «privilegio racial blanco».