Miami – El caso de Laken Riley, una joven universitaria asesinada en Georgia presuntamente por un inmigrante venezolano, ha cobrado protagonismo en la campaña electoral norteamericana tras el discurso del estado de la Unión que el presidente de EE.UU., Joe Biden, pronunció el jueves en el Congreso.
Desde antes de que el demócrata ingresara en la cámara, la siempre beligerante congresista republicana Marjorie Taylor Greene, ataviada con un gorro alusivo a la campaña del expresidente Donald Trump, confrontó en los pasillos del Capitolio a Biden y después le reclamó a gritos en el hemiciclo por la universitaria muerta.
“Laken Riley, una inocente joven que fue asesinada por un ilegal, es correcto, pero cuántos miles han sido asesinados por ilegales”, respondió Biden en pleno discurso, sosteniendo el botón con la leyenda ‘Say her name’ (Di su nombre) que momentos antes le entregó Taylor Greene.
La respuesta no dejó satisfecho a los republicanos, que han convertido la crisis migratoria que atraviesa el país en un caballo de batalla y han logrado llevar la cuestión a la primera línea de la actual campaña para las elecciones presidenciales de noviembre, donde Biden enfrentará al ya presumible candidato republicano, el exmandatario Trump (2017-2021).
A la reciente aprobación en el Congreso de un juicio político, o ‘impeachment’, al secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, se suma el proyecto llamado Ley Laken Riley, en honor a la joven de 22 años asesinada en el campus de la Universidad de Georgia el pasado 22 de febrero.
El proyecto del republicano Mike Collins, que salió adelante en el Congreso horas antes del discurso del estado de la Unión, establece que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) puede detener y deportar a inmigrantes irregulares que han cometido delitos menores.
Biden probablemente vuelva a referirse a Riley este sábado durante el acto de campaña que encabezará en Atlanta, capital de Georgia y a unos 110 kilómetros de donde Trump ofrecerá un mitin también hoy.
Millones de inmigrantes inundan la frontera sur
La magnitud de la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos se ha traducido en la llegada de más de 2,2 millones de migrantes en 2023.
La semana pasada, tanto Biden como Trump, quien ha apuntado a la gestión de la actual administración en la frontera sur como responsable de la muerte de Riley, realizaron una visita a localidades limítrofes de Texas, en momentos en que la crisis migratoria cobraba protagonismo en la campaña electoral.
Fue por esa frontera por donde en 2022 ingresó a Estados Unidos el venezolano José Antonio Ibarra, de 26 años, el presunto homicida de la estudiante de enfermería y quien no había sido vista desde que salió a hacer ejercicio por el campus universitario el pasado febrero.
Ibarra permanece detenido en una cárcel, al igual que su hermano Diego, de 29 años, aunque por distintos casos.
El mayor de los Ibarra ha sido vinculado a la banda criminal venezolana Tren de Aragua y está acusado de poseer una tarjeta falsa de residencia, conocida como ‘green card’.
Luego de aludir a la joven asesinada, y extender sus condolencias a los padres (quienes rechazaron la invitación al discurso del estado de la Unión que les extendió Collins), Biden urgió a los legisladores aprobar el proyecto migratorio bipartidista que le da autoridad para cerrar la frontera de manera temporal, el cual no salió adelante tras la oposición de Trump.
Críticas desde su propio partido por el término “ilegal”
Finalizado el discurso, además el presidente fue criticado por el uso del término “ilegal” para referirse a Ibarra, en lo que fue visto como la adopción de un lenguaje similar al de Trump.
“En lo que respecta a la inmigración, escuchamos una retórica que, sinceramente, se parece mucho a la que escucho en otros lugares”, se lamentó el viernes la congresista por Illinois Delia Ramírez, que como varios de sus colegas de partido vio desafortunado el uso de ese término.
Durante una teleconferencia junto a organizaciones pro inmigrantes, la legisladora, de origen guatemalteco, además calificó de “problemático” el citado proyecto de ley aludido por el presidente.
Tras la polémica frase de Biden, la Casa Blanca tuvo que salir al paso al día siguiente y defendió la “compasión” con la que el presidente habló sobre migración durante su discurso, y resaltó que fue un comentario improvisado en respuesta a las provocaciones de Taylor Greene.
Al margen de las controversias retóricas, Rebecca Shi, directora ejecutiva de la Coalición Estadounidense de Inmigración Empresarial (ABIC, por sus siglas en inglés), resaltó el viernes que la Administración Biden ha otorgado permisos de trabajo a 1,4 millones de nuevos inmigrantes en los últimos 14 meses.
“Le pedimos al presidente que extienda los mismos permisos de trabajo legales a los inmigrantes de larga duración que realizan el trabajo agotador del que todos nos beneficiamos”, añadió.