Ciudad de Panamá.– Unos 11,370 migrantes extrarregionales llegaron a Panamá entre enero y abril pasados a través de la peligrosa ruta de la selva del Darién, la frontera natural entre el país centroamericano y Colombia, en un periplo hacia Norteamérica.

«La mayoría son de origen haitiano, aunque también cubanos y migrantes procedentes de países del África y Asia», dijo a Efe Santiago Paz,  jefe de Misión para Panamá de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) citando datos del Servicio Nacional de Migración panameño.

Las cifras muestran una tendencia alcista: «en enero llegaron 1.009 migrantes extrarregionales; 1.856 en febrero, 2.687 en marzo y hubo un incremento importante en el mes de abril de 5.818», precisó el funcionario internacional.

Se trata de un comportamiento cíclico que está asociado con la época seca, que facilita el paso por la selva del Darién, «que no solo es peligrosa por su vegetación sino también por sus condiciones hidrográficas», con ríos muy caudalosos y lodazales en época lluviosa que impide a los migrantes trasladarse de una manera expedita».

«Esta es una ola que se produce todos los años durante la temporada seca, que va desde noviembre del año anterior hasta abril o mayo del siguiente, pero en el transcurso del año hay un número inferior de migrantes» extrarregionales llegando a Centroamérica, dijo Paz.

Obviamente, en este patrón hubo una «excepción en el año 2020 por la restricción de la circulación» a través de las fronteras a causa de la pandemia de la covid-19, recordó.

EL PERFIL DE LOS MIGRANTES

La mayoría de esta población en movilidad que llegó a Panamá en el primer cuatrimestre del año es de origen haitiano, personas que salieron de la isla caribeña tras el terremoto de 2010. Estuvieron afincados en Brasil y Chile aprovechando lo pujante de esas economías y que salen debido a la crisis derivada de la pandemia.

«El 84 % son hombres y mujeres mayores de 18 años; el 16 % son niños, niñas y adolescentes. El 72 % de la población en estaciones de recepción migratoria es haitiana, y el 45 % se concentraron en la estación de recepción migratoria de Bajo Chiquito, que es el primer punto de entrada hacia Panamá», dijo Paz.

Un informe de la OIM con estadísticas de enero a marzo pasado indicó que el 58 % de los albergados en Bajo Chiquito eran haitianos; el 6 % de Cuba y el 3 % de Bangladesh.

Los restantes procedían de países como Angola, Afganistán, Benín, Burkina Faso, Camerún, Chile, Egipto, Eritrea, Ghana, Guinea, India, Mauritania, Mali, México, Nepal, Níger, Nigeria, Pakistán, Palestina, Venezuela, Senegal, Siria, Somalia, Sri Lanka, Sudán, Togo y Yemen, entre otros.

Panamá cuenta con estaciones de recepción migratoria en la provincia de Darién (Bajo Chiquito, Lajas Blanca y San Vicente), y en la provincia de Chiquirí (Planes de Gualaca), fronteriza con Costa Rica, donde atiende a los grupos de migrantes.

«Estamos hablando de un promedio de 435 personas que están albergadas en estas estaciones de recepción migratoria al mes. Y de esas 435, un promedio de 35 personas han sido identificadas en condiciones de vulnerabilidad, ya sea por condiciones de edad, de salud o de vulnerabilidad de derechos», afirmó Paz.

El funcionario de la OIM destacó «el esfuerzo» del Gobierno de Panamá para adecuar las estaciones de recepción migratoria siguiendo las recomendaciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), que le reclamó por el hacinamiento.

«Panamá está tomando acción con la habilitación de una nueva estación migratoria en Bajo Chiquito y lo que se busca es acatar las recomendaciones de la CorteIDH para garantizar la protección de los derechos de los migrantes», dijo Paz.

Destacó que las estaciones «tienen un espacio covid» para aislar casos positivos y evitar contagios masivos, y que el Gobierno de Panamá «ha estado trabajando mucho en lo que son los servicios de alimentación».

«Las entidades del sistema (de Naciones Unidas) hemos podido contribuir con dotaciones de kits de higiene, de alimentación, también medicinas, estaciones de detección de covid. Lo que hacemos nosotros es complementar esos esfuerzos» nacionales, añadió Paz.