La Haya – Unas 300 personas han pasado la noche en la explanada del centro de recepción de solicitantes de asilo del pueblo neerlandés de Ter Apel, a unos 10 grados de temperatura, a pesar de que ayer se evacuara el lugar por las alertas de la Inspección de Salud de Países Bajos sobre las malas condiciones sanitarias y de higiene.

La Agencia Central para la Recepción de Solicitantes de Asilo (COA) señaló que no se ha podido encontrar un alojamiento para que las 300 personas puedan pasar la noche, por lo que tuvieron que pernoctar fuera, a pesar de las bajas temperaturas, sin tiendas de campaña, y durmiendo bajo un toldo que lleva semanas instalado en el lugar.

Parte de estos refugiados acababan de llegar a Países Bajos, pero había otros que regresaron ayer de un refugio de emergencia, donde habían pasado la noche, para poder completar su proceso de solicitud de asilo en el país, pero un portavoz de COA aseguró que todos durmieron a la intemperie porque no tuvieron otra opción al no haber refugio adicional.

Esto se produce tan solo un día después de que COA hubiera evacuado a 400 solicitantes de asilo de la explanada para que pasaran la noche en lugares temporales porque la Inspección había dado la voz de alarma por la situación sanitaria y de higiene en este centro de Ter Apel, donde cientos de personas han dormido a la intemperie durante semanas por la falta de alojamientos.

La mayoría de los lugares a los que fueron trasladados esos refugiados ayer eran de carácter muy temporal (algunos solo para pasar una noche), puesto que ese fue el acuerdo de emergencia alcanzado con los municipios bajo la presión de los inspectores, pero el gobierno continúa buscando sin éxito posibles alojamientos alternativos, bajo las críticas de las ONG.

Hasta 80 solicitantes de asilo no quisieron irse ayer por temores a perder su turno en el procedimiento de registro como refugiados, lo que tienen que hacer en Ter Apel a su llegada a Países Bajos como primer paso formal de su proceso de asilo en el país.

Cruz Roja y Médicos Sin Fronteras (que ha desplegado un equipo en Países Bajos por primera vez en su historia) han estado ofreciendo atención médica básica a los refugiados y derivando los casos crónicos y más graves a los hospitales.

En una visita al centro de recepción en Ter Apel, Efe pudo comprobar la situación inhumana que las ONG denuncian desde hace semanas: las heces flotan en baños instalados en la explanada, voluntarios curan como pueden heridas e infecciones de semanas, pacientes crónicos han sido trasladadas de urgencia al hospital y otros malviven bajo unas carpas.

Algunos de los solicitantes de asilo sufren heridas, lesiones sufridas durante el viaje, y problemas dérmicos visibles debido a la falta de higiene.