Los Ángeles – Una de las principales causas de deportación de migrantes es la existencia de historial delictivo, aunque los activistas aseguran que hay una opción de «limpiar» antecedentes criminales y reducir así las opciones de ser repatriado.
«Las redadas y arrestos que se han dado en esta Administración despertaron la conciencia de muchos, incluso inmigrantes que acarrean problemas desde los 90 han encontrado una esperanza en la posibilidad de limpiar el récord» criminal, explica a Efe Rigoberto Valdez, vocero de UFCW Local 770.
El proceso de «limpiar» el récord varia en cada estado y depende del cargo y de la estrategia que se utilice, pero aplica a delitos menores que pueden ser suprimidos, lo que en inglés se conoce como «expungement».
También se puede anular la condena (vacate en inglés), y en este proceso el tribunal retira la declaración de culpabilidad y desestima el cargo.
Para el abogado de inmigración Alex Gálvez, el camino de anular es el más recomendado para algunos casos de inmigrantes que se declararon culpables por recomendación de los abogados, sin saber que esto afectaría sus casos migratorios.
Dentro de los caminos para el «limpiar» el récord delictivo los inmigrantes de algunos estados como California, también pueden tratar de reducir la calificación de delitos graves a crímenes menores.
Ante esta posibilidad, el sindicato UFCW anima a los inmigrantes con pasado delictivo.
«Queremos que no se sientan intimidados, o estigmatizados porque tienen o tuvieron problemas con la ley, que puede haber una salida» insiste Valdez.
Ese es el caso de una mexicana de 43 años que se identificó con el nombre de Abigail. La inmigrante oriunda de Toluca explica a Efe que, aunque tiene una orden de arresto desde 1997 que desconocía que aún estaba vigente, quiere permanecer en los Estados Unidos, y por ello necesita limpiar sus antecedentes.
Jenny Sánchez, consejera legal de la Oficina del Defensor Público del Condado de Los Ángeles (LACPD), apunta que inmigrantes con casos que aún están pendientes de resolverse son frecuentes, especialmente en personas que evaden encontrarse con las autoridades por no contar con un estatus de estadía legal.
Los indocumentados con un récord criminal no serían los únicos que están en la mira de las autoridades de inmigración. El presidente Donald Trump puso además en la mira de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) a los residentes legales que hubieran cometido delitos.
Esta es la razón por la que Valentín, un mexicano que quiso omitir su apellido, quiere borrar una mancha que tiene en su récord desde 1992.
El inmigrante llegó a Estados Unidos en 1980 y se convirtió en residente permanente. En todos estos años no había querido naturalizarse, aunque bajo el actual Gobierno decidió a dar el paso.
«Me asusta que el DUI (conducir bajo la influencia del alcohol o drogas) que tengo vaya a afectar mi solicitud de ciudadanía, así que prefiero preguntar antes de ir a meterme a la boca del lobo», aclara Valentín.
Como Valentín, y Abigail, centenares piden asesoría a organizaciones como la de Valdez, al que, explica, le han llegado personas desde ciudades tan lejanas como Las Vegas o incluso de México, han llegado a buscar ayuda.
No obstante, Gálvez advirtió que el proceso de limpiar el récord no es un proceso tan sencillo como aparenta, e incluso algunas de estas acciones no sirven de nada frente a las autoridades de inmigración.
El jurista recomienda que antes de iniciar cualquier procedimiento para limpiar el récord criminal con miras de enfrentar un proceso de inmigración se debe consultar con un abogado experto en este tema.
Gálvez pone de ejemplo el caso de un inmigrante con 17 cargos de posesión de marihuana para uso personal que pudo salir bajo fianza de un centro de detención de inmigración. «A este inmigrante no le servía limpiar el récord», subraya.
Valdez coincide con Gálvez que el riesgo aumenta por la desinformación. Los defensores de los inmigrantes resaltan que las posibilidades de realizar esta «limpieza» difiere de las leyes de cada estado.
El sindicato de UFCW, en coordinación con defensores de los inmigrantes ha desarrollado asesorías en California, Georgia, Maryland, Pensilvania y Nueva York, entre otros. Los esfuerzos también se concentran en respaldar leyes estatales que permitan limpiar el récord.
«La administración Trump no va a quitar el dedo que señala a los que él llama criminales, así que debemos estar preparados», indica Valdez.
Las cifras le dan la razón, según datos del ICE, en el año fiscal 2018, las autoridades federales arrestaron a 138.117 extranjeros con antecedentes criminales, un aumento de 10.125 detenidos con respecto al año fiscal 2017.
Mientras, Gálvez recalca que los operativos contra los extranjeros con récord criminal continúan, y que los agentes de ICE continúan acercándose a las cortes estatales en busca de objetivos para deportarlos.
«Este mes arrestaron a un cliente en el estacionamiento de una corte de California, un estado santuario», indicó el abogado. «La ‘migra’ está afuera esperando a su presa y no se van a ir».