El estado de Utah busca revertir la marcada disparidad racial de su sistema judicial, que lleva a que hispanos y afroamericanos sean arrestados y condenados con mayor frecuencia y severidad que los miembros de otros grupos.EFE/EPA/ANTONIO BAT/Archivo

Denver (CO) – Por medio de un nuevo sistema de rendición de cuentas que funcionará a partir de este miércoles, el estado de Utah busca revertir la marcada disparidad racial de su sistema judicial, que lleva a que hispanos y afroamericanos sean arrestados y condenados con mayor frecuencia y severidad que los miembros de otros grupos.

En un comunicado, la Oficina de Administración de las Cortes del Consejo Judicial de Utah (UJC) anunció la creación de la Oficina de Equidad y Responsabilidad, cuya meta será reducir o eliminar “los sistemáticos prejuicios de raza y etnia» en la justicia de Utah.

Aunque el proyecto de la nueva oficina se viene gestionando desde 2019, el movimiento de justicia social surgido tras la muerte del afroamericano George Floyd en Minneapolis el pasado 25 de mayo a manos de un policía blanco aceleró esas gestiones, expresó Geoff Fattah, portavoz de UJC.

La Oficina de Equidad y Responsabilidad se enfocará en dos tareas: compilar datos sobre racismo en las cortes de Utah y preparar recomendaciones para revertir esa situación y “capacitar a los jueces y al personal judicial para reconocer sus prejuicios y para evitar que esos prejuicios sucedan (en la corte)”, dijo Fattah en su comunicado.

Para ello, la nueva oficina trabajará con organizaciones comunitarias y agencias del Gobierno, determinando la presencia de “prejuicios explícitos o implícitos” en los arrestos, juicios y sentencias en Utah.

En su reporte anual más reciente, con datos hasta octubre de 2019, la Comisión de Sentencias de Utah encontró que 43,2 % de los sentenciados a prisión en ese estado pertenecían a grupos minoritarios, un importante aumento en comparación con el 33,2 % de sentencias a grupos minoritarios en 2015.

Según el Buró del Censo, solo 21 % de los tres millones de habitantes en Utah pertenecen a minorías, incluyendo 14 % de hispanos y 1,5 % de afroamericanos.

Eso significa que en Utah las minorías tienen dos veces más posibilidades de recibir sentencias carcelarias que los blancos. Y según la Comisión de Sentencias de Utah, el problema comienza mucho antes de que los juicios lleguen a la etapa de sentencias. Además, la situación desfavorable se agrava para los latinos.

“Hemos encontrado que los hispanos tienen mayores posibilidades de recomendaciones de sentencias severas al compararlos con los blancos”, revela el reporte de la Comisión de Sentencias.

En esas circunstancias, dijo Fattah, no sorprende que el público pierda su confianza en las cortes y que asuma que el sistema judicial tiene un “tratamiento desigual” basado en la raza, etnia, nivel socioeconómico, género u orientación sexual de las personas.

“Entendemos que debemos responder con acciones a esas desigualdades y ser responsables nosotros mismos de tratar equitativamente a todos”, dice la orden de creación de la Oficina de Equidad y Responsabilidad, publicada en el sitio web del UJC.

El mismo documento, firmado por Matthew Durrant, presidente de la Corte Suprema de Justicia de Utah, expresa que “no se puede tener un proceso judicial equitativo que produzca un resultado justo” en el marco de “un sistema desvirtuado por racismo y prejuicios”.

El problema, obviamente, no es nuevo. Ya en 1998 un estudio realizado por S M Olson sobre el sistema judicial de Utah demostró que “el sistema completo” era tendencioso.

Y en junio de 2016 otro estudio, preparado por la Sociedad Constitucional Estadounidense de Leyes y Políticas, ubicó a las cortes de Utah como “las menos diversas del país” con jueces “desproporcionadamente blancos y varones”.

Según el anuncio de UJC, la Oficina de Equidad y Responsabilidad, que se implementará por etapas, trabajará con la gobernación y con la legislatura de Utah para modificar el proceso de selección y nombramiento de jueces.