US President Donald J. Trump makes remarks before signing an executive order on social media that will punish Facebook, Google and Twitter for the way they police content online, in the Oval Office, White House, Washington, DC, USA, 28 May 2020. EFE/EPA/DOUG MILLS/ POOL

Los Ángeles – Cientos de miles de potenciales ciudadanos estadounidenses no podrán participar en las elecciones de noviembre a menos que la Administración del presidente Donald Trump tenga la buena «voluntad» de descongestionar la acumulación de los procesos de naturalización que quedaron en pausa por el cierre de USCIS, advierten defensores de los migrantes y legisladores.

La preocupación entre los activistas y los propios inmigrantes, que esperan naturalizarse, ha crecido tras el cierre de más de dos meses de las oficinas de del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) a causa de la pandemia del coronavirus y los problemas que atraviesa la agencia para retomar sus labores.

“Muchos han sugerido que USCIS haga ajustes para que se permitan hacer juramentos en remoto, pero USCIS se ha resistido declarando obstáculos legales y operacionales”, señaló este jueves la directora de DHS Watch, Ur Jaddou, en una conferencia de prensa.

BUENA VOLUNTAD DEL GOBIERNO TRUMP

No obstante, Jaddou, quien trabajó como abogada de USCIS en el pasado, aclaró que la ley no es tan rigurosa como la agencia sugiere, y que hay espacio legal para que se hagan los ajustes legales necesarios y se completen los procesos de naturalización de miles de inmigrantes.

“Se necesita de voluntad e interés para hacerlo”, subrayó la abogada.

Esa voluntad es la que está esperando Margarita Hernández, una inmigrante de origen mexicano que aprobó su entrevista de naturalización en una oficina de USCIS del sur de California en febrero pasado y ahora está esperando que la llamen para tomar el juramento.

“Ha sido un proceso muy largo, y como que no acabo”, dijo a Efe Hernández.

La hispana de 56 años está esperando que algunas oficinas abran como está previsto el próximo 4 de junio para preguntar por su proceso.

“Me gustaría poder votar pero como veo las cosas ya no se va a poder”, dice en tono pesimista.

ADAPTÁNDOSE AL TIEMPO DE CORONAVIRUS

La agencia anunció este miércoles que reanudará su labor a comienzos de junio sólo en algunas dependencias, y que en el caso de quienes aguardan por su ciudadanía comenzará a enviar los avisos para las ceremonias, aunque anticipó que estas «pueden ser más cortas para limitar la exposición a los asistentes».

A las ceremonias, bajo «formato abreviado», solo se permitirá que asista el candidato a la naturalización y las personas que brindan asistencia a quienes tengan alguna discapacidad.

Precisamente, son los problemas para acomodar a los cientos de personas que asisten a estas ceremonias de naturalización por los que legisladores y activistas están presionando al Gobierno de Trump para que adapte este proceso a los tiempos del COVID-19.

Uno de esos llamados proviene del arzobispo de Miami, Thomas Wenski, quien explicó que en el sur de Florida el retraso en las ceremonias de naturalización “es un problema importante”.

«Todos están esperando”, señaló el jerarca de la iglesia católica, quien alertó que un numero importante de inmigrantes con ciudadanía pendiente «están siendo ignorados”.

De acuerdo a los datos proporcionados por el arzobispo, unos 4.600 cubanos, 1.100 venezolanos, y cientos de nicaragüenses, y colombianos, entre otros, están esperando su juramento.

EL ANHELO DE PODER VOTAR

Los activistas señalan que los retrasos afectarán la participación de los nuevos ciudadanos en las elecciones de noviembre, y se tratan de votos que serían cruciales para definir el resultado en estados clave como Florida, Texas, Pensilvania y Georgia.

Según datos de USCIS, en esos cuatro estados en 2018 se naturalizaron 196.260, inmigrantes, más de una cuarta parte del total (761.901) de nuevos ciudadanos de ese año.

En ese sentido, Eric Cohen, director ejecutivo de Immigrant Legal Resource Center, subrayó que no se debe politizar el problema.

“Esto es un tema bi-partidista”, aclaró al poner como ejemplo una carta en la que el senador por Florida Marco Rubio expresa la importancia de este problema.

“Es solo permitirle votar a mas estadounidenses”, insistió Cohen.

SIN FONDOS Y POSIBLES DESPIDOS

Al rechazo de USCIS de hacer cambios en las ceremonias se suma la falta de fondos que enfrenta la agencia.

Actualmente, la dependencia está pidiendo al Congreso la aprobación urgente de fondos por 1.200 millones de dólares para seguir funcionando.

De no obtener la ayuda económica, USCIS se vería obligada a recortar de su nómina, que asciende a unos 19.000 empleados, a al menos 10.800 trabajadores.

Este panorama confunde a inmigrantes como el danés Carsten Keiffer, quién debía convertirse en ciudadano el pasado 3 de abril.

Con su tarjeta de residencia a punto de expirar, este bombero de Florida se pregunta: “En que lugar de la fila estoy? voy a perder lo que tengo? recibiré una extensión para mi tarjeta de residente? me podré convertir en ciudadano?”.

Pero si existe incertidumbre entre Keiffer y Hernández sobre la fecha en que puedan tomar juramento, el futuro para los que están realizando el proceso de ciudadanía o apenas lo comienzan es más desalentador.

El tiempo de duración del tramite en ciudades como Los Ángeles puede tomar hasta 17 meses. Mientras en Houston (Texas) la espera es de 45 meses, en Atlanta (Georgia) es de 27 meses, y el estado de Florida de 26,5 meses, según datos de la agencia.

USCIS naturalizó a 834.000 nuevos ciudadanos en el año fiscal 2019, una cifra que no se daba en 11 años y que difícilmente alcanzarán este 2020, advierten los activistas.

Wenski insistió en que “la ceremonia de naturalización solo es eso, una ceremonia”, y que todo lo necesario para asegurar la elegibilidad para ser ciudadanos de los solicitantes ha sido “revisada/aprobada” por las autoridades federales.

“Lo que estamos pidiendo es un ajuste, el cual hemos hecho nosotros en otras áreas de nuestra vida.Tenemos reuniones virtuales, misas virtuales, y necesitamos una ceremonia de ciudadanía virtual”, destacó.