La Paz – Un grupo de bomberos voluntarios de la ciudad boliviana de Cochabamba aprendió a tejer para fabricar «nidos», que simulan el calor de sus madres, para las crías de koalas y canguros que quedaron huérfanos por los devastadores incendios forestales en Australia.
Los voluntarios esperan que este «granito de arena» desde Bolivia sea de ayuda para los centenares de crías que se salvaron del voraz fuego que acabó con la vida de millones de animales en ese país.
MANOS A LA OBRA
Unos veinte bomberos voluntarios del Grupo Especial de Operaciones de Salvamento (GEOS) de Cochabamba, junto a la plataforma Tunari sin Fuego, decidieron ponerse manos a la obra y tejer bolsas o «nidos» que sean de utilidad para los animales que han perdido a sus madres, contó a Efe el coordinador de los GEOS, Carlos Azcárraga.
Muchos de los voluntarios no sabían tejer, por lo que compartieron sus conocimientos entre ellos y también aprendieron viendo videos en internet para realizar con lana y palillos unas bolsas que pretenden simular el marsupio donde las hembras de canguros llevan a sus crías.
«Nosotros no sabíamos tejer, no sabemos tejer, pero eso no nos ha detenido a que podamos ayudar de cualquier forma», dijo a Efe el voluntario Omar Loma.
A pesar de las dificultades, esperan que el empeño puesto en cada nido sea de utilidad para los pequeños animales.
«Estas bolsas son abrigadas y simulan el calor que obtenían de sus madres, esperemos que puedan encontrar en estos nidos un ambiente de abrigo y confort», manifestó Azcárraga.
También tejen otras bolsas tipo «vasijas», para que sean útiles de alguna forma a las crías de koalas.
YA SON 25 NIDOS
Los voluntarios tejieron en una semana al menos 25 «niditos» de distintos colores y pretenden llegar a fabricar unos 60 para luego enviarlos a Australia.
Azcárraga indicó que ya se contactaron con un refugio de animales en ese país, que tiene varios de estos animales, para hacer el primer envío la próxima semana.
«Esperemos que sean de gran ayuda para los animales que están sufriendo», recalcó Loma.
Luego de enviar los nidos, los voluntarios esperarán a que el refugio australiano les diga cuáles son sus necesidades y requerimientos para seguir tejiendo la mayor cantidad de niditos, ya que esperan llegar a 200, según Azcárraga.
«Esto lo hacemos con mucho corazón, con mucho amor, esto a los voluntarios les nace desde lo más profundo de su corazón», comentó Loma.
NO A LA INDIFERENCIA
El grupo inicialmente quería viajar hasta Australia para ayudar a mitigar el fuego, pero no cuentan con los recursos necesarios para hacer ese viaje, así que encontraron una forma de ayudar con esta iniciativa.
«No nos podíamos quedar al margen, sabíamos que es muy costoso ir hasta Australia, pero queremos ayudar, por los menos con este granito de arena de todos los voluntarios», enfatizó el coordinador boliviano.
Azcárraga contó que otras personas ajenas a los voluntarios se acercaron para ayudar en este trabajo y que los que quieran pueden hacerlo, ya que «todos podemos ayudar» y dejar de lado la indiferencia ante estas circunstancias adversas.
En tanto, Loma mandó un mensaje a todos los bomberos en Australia para que continúen con sus labores y «que no se rindan», ya que la vida de los animales es algo muy preciado y desde Bolivia les mandan mucha fuerza para seguir luchando con el incendio.
EL TRABAJO DE LOS GEOS
Los GEOS tienen al menos unos 60 voluntarios en Cochabamba y La Paz que ayudan a mitigar incendios y salvar vidas.
Ellos ayudaron en al menos 300 incendios forestales en Bolivia, y también coadyuvaron en Chile, además de rescatar cientos de animales en esas catástrofes.
Los voluntarios ayudaron en el incendio de la Chiquitania boliviana, considerado uno de los más devastadores de 2019, que arrasó con millones de hectáreas, además de vida silvestre.
«Entendemos de algún modo lo que están viviendo día a día los bomberos de Australia, sabemos que es de mayor magnitud, pero esperemos que al menos con esto ayudemos con algo», indicó Azcárraga.
Desde septiembre pasado, los incendios han arrasado una superficie de más de 80.000 kilómetros cuadrados y se han cobrado la vida de 28 personas en Australia.
Según estimaciones de grupos proteccionistas, los incendios forestales han matado además a más de 8.000 koalas, una especie ya clasificada como «vulnerable» y amenazada por la sequía, enfermedades y la tala de árboles.
La gravedad de los incendios forestales hace temer por la desaparición de estos marsupiales, cuya población en todo ese país ronda los 80.000 ejemplares según la Fundación Koala Australia, si es que este tipo de catástrofes continúan y no se protegen los bosques de eucalipto restantes.
Hasta mil millones de animales, principalmente mamíferos, aves y reptiles, se han visto afectados a raíz de estos devastadores incendios, según la estimación de ecologistas australianos.