Redacción deportes – El Al-Sadd de Xavi Hernández superó este viernes en los penaltis al Al-Rayyan y ganó la Copa del Emir, séptimo título del ex jugador del Barcelona en el conjunto catarí con el que sigue opositando a convertirse en el futuro entrenador del conjunto azulgrana.
Desde que firmó por el Al-Sadd en 2019, Xavi no ha dejado de acumular títulos en su vitrina. En ella, ya lucen una Copa del Jeque Jassem, dos Copas Príncipe de la Corona de Catar, una Copa de las Estrellas de Catar, una Liga de Catar y otras dos Copas del Emir. La última, la consiguió en un escenario que ya está listo para lucirse en el Mundial de Catar 2022, el estadio Al-Thumama.
La final del torneo marcó el pistoletazo de salida para uno de los nuevos campos de fútbol que acogerá los encuentros del Mundial de Catar 2022. En concreto, el Al-Thumama fue el sexto de los ocho escenarios en inaugurarse. Diseñado por el estudio de arquitectura español Fenwick Iribarren junto al arquitecto catarí Ibrahim Jaidah, acogió un encuentro marcado por el enfrentamiento de dos técnicos como Xavi Hernández y Laurent Blanc con un pasado futbolístico excelso.
Con su aforo al completo, el Al-Thumama funcionó a la perfección. Césped impecable, diseño con guiños a la población local (cubierta con forma de ‘gahfiya’, una gorra de ganchillo tradicional entre la juventud árabe) y con una refrigeración generada con energía solar, el nuevo estadio apareció como un recinto perfecto que mostró al planeta que las infraestructuras del Mundial van viento en popa.
Y, los primeros 90 minutos que se disputaron en el Al-Thumama, acabaron en forma de título para el Al-Sadd. Xavi pudo con Blanc. Y lo hizo con Santi Cazorla sobre el césped, que se encargó de equilibrar la balanza desde el punto de penalti. Marcó el 1-1 al inicio de la segunda parte tras el tanto de Brahimi, también desde los once metros, al borde del descanso.
Ese fue el marcador con el que acabó el duelo, que, sin prórroga, se marchó directo a los penaltis. No pudo lanzar ninguno el colombiano James Rodríguez, alineado desde el inicio por Blanc en su segundo partido como titular. Fue sustituido a cinco minutos para el final y vio desde el banquillo como sus compañeros se quedaron sin trofeo.
Cazorla sí fue elegido para lanzar uno de los penaltis que iban a decidir el título. No falló. Como ninguno de sus compañeros, que marcaron en todos sus intentos. El error del iraní Shoja Khalilzadeh, el quinto en la lista, dio el trofeo al Al-Sadd, el séptimo para Xavi en su aventura catarí mientras espera su turno para regresar al Barcelona.