Los Ángeles (EE.UU.) – La música como vía de liberación feminista y personal es la línea maestra de «¿Dónde bailarán las niñas?», el nuevo álbum de Ximena Sariñana, quien, antes de actuar en el festival SXSW de Austin (EE.UU.), charló con Efe sobre el poder emocional y catártico del baile.
«Creo que el disco salió muy femenino, también muy feminista, porque me encontró en un momento de mi vida en el que me sentía superplena, aceptada y en contacto con mi feminidad y lo que es para mí ser mujer», explicó en una entrevista telefónica.
«Como mujeres, creo que es importante que podamos tener ese espacio positivo. Y lo llevé a un punto muy metafórico que es la parte del baile porque el disco en sí está muy bailable. Y creo que el baile es un momento en el que puedes ser tú misma, que disfrutas mucho y que conlleva cierta libertad», agregó.
Sariñana (Guadalajara, México, 1985) se presentará mañana en el South By Southwest (SXSW), uno de los festivales musicales más importantes e influyentes del mundo, como parte del concierto «BMI Latin: Sonidos Alternos», donde también actuarán Mahya Veray y su Trauma, Alih Jey & Cuñao, El Mañana y Cimafunk.
La mexicana no es una novata en SXSW puesto que esta será su cuarta vez en el macroevento de Austin.
«Es un festival que conozco muy bien, muy único, muy auténtico, que ha crecido muchísimo. Y yo lo disfruto un montón. Sí, es un poco una locura para los artistas, porque vas de un show a otro corriendo, pero si tienes tiempo para ver otras bandas es increíble porque tienes la oportunidad de verlos en formatos y lugares muy diferentes», dijo.
Su concierto en Austin, además de su participación el sábado en el festival Vive Latino de Ciudad de México, llega en un momento ideal para la artista, que lanzó el 1 de marzo «¿Dónde bailarán las niñas?», el cuarto disco de su carrera.
«Es un título que tiene mucha historia en la música pop mexicana. Viene desde Maná (por su álbum «¿Dónde jugarán los niños?») y Molotov (por su disco «¿Dónde jugarán las niñas?») le hizo como su versión. Y yo estoy haciendo aquí la mía», explicó.
Canciones como «¿Qué tiene?», «Si tú te vas» o «Cobarde» forman parte de este nuevo trabajo que mezcla el pop con influencias electrónicas y en el que conviven dos almas: una más bailable, festiva y que apunta a la evasión; y otra más introspectiva y reflexiva.
«Viene con esos dos lados bien marcados. Para mí, los dos forman parte de la banda sonora de una noche. Son canciones muy nocturnas», afirmó.
«Y la noche tiene esos dos tintes: uno más clásico de salir de fiesta y bailar; y luego hay otro que son todos estos momentos en las madrugadas más introspectivos o de experimentación, de compartir ya no tanto en grupo sino solo uno mismo o con solo una persona», detalló.
Marcado de principio a fin por una mirada feminista, en este disco, según Sariñana, se nota la huella de las mujeres que la han acompañado en su vida.
«Todas las mujeres a mi alrededor son mujeres que siempre han bailado a su ritmo, han llevado la vida que quieren llevar y se han abierto camino», indicó.
«Me siento muy afortunada porque creo que mi generación está llena de mujeres y de referentes musicales que hacen las cosas como quieren, siempre a su manera, y con su estilo -añadió-. Nadie les dice qué hacer. Y, en ese aspecto, todas son una inspiración muy grande para mí».
En el mismo sentido, Sariñana ha contado para el álbum con tres colaboraciones, todas ellas femeninas: las de las cantantes Francisca Valenzuela (en el tema «Pueblo abandonado»), IZA («Fácil de amar, Chega pra ca») y Girl Ultra («No sé»).
La cantante subrayó que «no es habitual escuchar duetos entre mujeres» y añadió que las tres invitadas «son chicas que están rompiendo barreras en sus países y sus géneros».
Sariñana reflexionó sobre los avances por la igualdad en la industria musical de su país.
«Si bien hay un sinnúmero de mujeres haciendo música increíble y en control de nuestras propias carreras, de nuestras propias vidas y tomando nuestras decisiones, todavía como que hace falta más para tener un cambio real», opinó.
«Espero que a lo mejor generaciones más jóvenes puedan vivir realmente en un mundo en el que esto ya no sea un tema», finalizó.