Tegucigalpa – No es quitando la ayuda económica a los países del Triángulo Norte que Estados Unidos resolverá el problema del flujo migratorio, solo resolviendo las causas que la motiven, señalaron varios expertos, que también resaltaron los diversos mensajes al interior de Washington.
El fin de semana se conoció que el presidente estadounidense Donald Trump ordenó al Departamento de Estado cortar la ayuda de 500 millones de dólares que otorgan a Guatemala, Honduras, El Salvador, aduciendo que hacen poco para detener el flujo migratorio.
Pero en Washington recordaron que la Constitución de Estados Unidos le otorga al Congreso la potestad de asignar o suspender la asistencia exterior y no al Poder Ejecutivo, al mando del presidente Trump.
Los expertos en diplomacia y temas migratorios señalaron que algo debe estar ocurriendo, porque por un lado los ministros o secretarios norteamericanos y sus diversas agencias hablan y se reúnen con los gobiernos centroamericanos para debatir temas de trabajo, cooperación y como combatir el narcotráfico, el crimen organizado, la trata de personas y lo que denominan los flujos migratorios irregulares y por otro la Casa Blanca tiene otro pensamiento sobre los temas.
El gobierno hondureño también emitió un comunicado donde destaca lo que observa como “políticas contradictorias” e insta a los demás países afectados a continuar trabajando, pero resguardando la soberanía y dignidad.
Discurso diplomático
Para el analista en derecho internacional Graco Pérez, entre el gobierno estadounidense y los centroamericanos existe un diálogo franco en privado, aunque a nivel público se maneja el discurso de las buenas relaciones y reconocimiento a su trabajo.
El diálogo con Departamento 19, Pérez reflexionó que justamente la incomodad de EE.UU. es a causa de los flujos migratorios desde Honduras los cuales no se van a detener cortando la ayuda, solamente atacando las causas estructurales como el desempleo y la inseguridad.
“Se necesita crear las condiciones en el país para que la gente no siga saliendo”, zanjó el experto en relaciones internacionales.
Política incoherente
De su parte, la analista en el tema migratorio, Sally Valladares, dijo a Departamento 19 que se trata de una política incoherente de parte de Estados Unidos al anunciar un recorte de ayuda y reafirmar fortaleza en las relaciones diplomáticas.
“Yo lo veo como una forma de intimidar más e incluso incoherente dada la reciente visita a Tegucigalpa de Nielsen”, dijo la también excoordinadora del OMIH.
Al respecto, recordó que la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen se reunió la semana anterior con el presidente de Honduras Juan Orlando Hernández en el marco de la V reunión de ministros y secretarios de Seguridad del Triángulo Norte.
En esa reunión los representantes de los países del Triángulo Norte de Centroamérica firmaron este jueves un acuerdo migratorio con Estados Unidos, pero un día después el presidente Trump ordenó iniciar con el proceso de retirar la ayuda a El Salvador, Guatemala y Honduras.
Mensaje contradictorio
De su lado, la coordinadora de la Red Jesuita con Migrantes en Honduras, Karla Rivas, señaló a este medio de comunicación que se trata de un mensaje contradictorio de parte de EE.UU.
“Es un mensaje contradictorio porque justo la semana anterior vino esta alta funcionario (Kirstjen Nielsen) y luego pocas horas después Donald Trump dice que se suspende la ayuda”, apostilló.
No obstante, estimó que la acción es coherente con una práctica geonómica de EE.UU. ya que necesitan tener control de esta región centroamericana, no para evitar los flujos migratorios, sino para que los gobiernos apoyen sus intereses económicos y militares.
“Por lo tanto si hay un doble discurso porque por una parte reconocen a un gobierno que nace de un proceso electoral fraudulento y por otro lado le quieren exigir que haga mucho más con un fondo limitado”, arguyó la entrevistada.
Trump cumple amenaza
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ordenó el fin de semana a su Gobierno que inicie el proceso para cortar todo tipo de asistencia a El Salvador, Guatemala y Honduras.
La decisión se tomó el viernes por la noche después de que Trump criticara a los tres países por “no hacer nada” por los estadounidenses y permitir la formación de caravanas de migrantes que tienen como objetivo llegar a EE.UU.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo a periodistas que, por orden de Trump, esa oficina ha informado de su decisión al Congreso, que tiene la última palabra en el presupuesto.
“Por instrucciones del secretario (Pompeo), estamos cumpliendo con las órdenes del presidente y acabando los programas de asistencia exterior para los países del Triángulo Norte del año fiscal 2017 y 2018. Entablaremos conversaciones con el Congreso como parte de este proceso”, explicó la fuente.
El portavoz no precisó qué cantidad de fondos se verán afectados por la decisión de Trump y se limitó a decir que impactará en el dinero que el Congreso aprobó para Guatemala, Honduras y El Salvador durante los años fiscales 2017 (entre el 1 de octubre de 2016 y el 30 de septiembre de 2017) y el año fiscal 2018.