Tegucigalpa – Un convenio tripartito de colaboración contribuirá a la actualización de la política del sector cafetalero de Honduras, informó este jueves la organización internacional no gubernamental Rikolto.
El convenio fue suscrito en enero en el marco de la Plataforma de Café Sostenible de Honduras (PCSH) por Rikolto con la organización internacional Solidaridad y el Consejo Nacional del Café (Conacafé).
El café es el primer producto de exportación de Honduras, con ingresos que representan el 25,8 % de las ventas globales del país centroamericano al exterior.
La mayoría de la producción del café hondureño está en manos de más 100.000 pequeños productores y productoras (de 18 a 20 % mujeres), quienes cultivan especialmente la variedad arábica en pequeñas fincas de las que el 50 % son menores a dos manzanas y el 82 % con menos de cinco manzanas (entre 2 y 7 hectáreas), subraya un comunicado de Rikolto.
Sin embargo, añade, «la productividad del café sigue siendo baja con promedios menores a 50 quintales (sacos de 45,4 kilos) por manzana (1,4 hectáreas) en café convencional como en el sostenible u orgánico, solo por mencionar algunos de los desafíos a los que se enfrenta el sector, abordados desde su creación en el año 2016 en la PCSH».
Rikolto se integró al comité coordinador de la PCSH en 2018 para trabajar los temas prioritarios de sostenibilidad, la mejoría en la colaboración entre el sector público y privado, y entre actores nacionales e internacionales de la cadena para alcanzar la sostenibilidad.
Solidaridad es parte del consorcio facilitador de la PCSH y Conacafé es un actor clave debido a su rol en la promoción de normativas y políticas nacionales para el sector cafetalero.
Con el convenio se busca favorecer el proceso de implementación del marco de la política para la innovación tecnológica, la competitividad y la transformación socioeconómica de la caficultura, el funcionamiento de Conacafé y la institucionalización del enfoque de género en el sector como medio para la ejecución de las leyes, políticas relacionadas con el grano y los derechos de las mujeres hondureñas.
Además, como resultados se esperan la institucionalización del enfoque de género en el sector café para garantizar la reducción de las brechas de género existentes, incluyendo un plan de acción que propicie la ejecución de la política, y la conformación y funcionamiento de un Comité Institucional de Género, responsable del seguimiento, monitoreo y evaluación del Plan de Acción.
También se prevé el rescate y socialización de las buenas prácticas de equidad de género en el sector cafetalero.
El delegado presidencial ante el Conacafé, Jacobo Alberto Paz, indicó que como es de mucha importancia la participación de la mujer en las actividades de la caficultura nacional.
La participación de la mujer supone lograr el mejoramiento de la calidad de vida de su familia, el desarrollo en la comunidad y el reconocimiento de sus roles en las fincas cafetaleras, como en los cargos de juntas directivas a nivel local, departamental y nacional.
Dentro de las políticas impulsadas por el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, el tema de inclusión de género y juventud son prioritarios para el sector rural, dijo Paz.
El gerente de País para Solidaridad Network Honduras, Omar Palacios, indicó que la idea de elaborar la Política Nacional de Género y Café surge a partir de un estudio Partnership for Gender Equity (Asociación por la Equidad de Género) hecho por el Coffee Quality Institute y liderado por Solidaridad.
En el estudio se analizó la equidad y la inclusión de género en toda la cadena de valor.
Los resultados presentados en diciembre de 2018 en la Plataforma Global de Café dieron pie a que el sector cafetalero hondureño solicitara apoyo para su implementación, y es así como surge el convenio de cofinanciamiento entre Conacafé y Solidaridad, al que se suma Rikolto para unir esfuerzos de cooperación que generen resultados tangibles en el sector.
Napoleón Molina, coordinador de Proyectos de Café de Rikolto en Honduras, explicó que para la organización es esencial crear entornos favorables a nivel de políticas que garanticen la sostenibilidad del sector cafetalero.
«Podemos estar validando modelos de producción y comercialización que promuevan el beneficio de toda la cadena de valor, desde el productor hasta el consumidor. Sin embargo, si no se elevan a nivel de políticas formuladas e implementadas participativamente, siempre habrá brechas y desconexión entre los actores de la cadena», añadió.
El convenio se suscribió por un año, pero puede ser ampliado de común acuerdo entre las partes.