Washington – El Gobierno de Estados Unidos extendió por 18 meses más el Estatus de Protección Temporal (TPS) para Siria, que ampara a unos 7.000 inmigrantes de ese país, debido a que «continúan existiendo» las condiciones de conflicto armado que llevaron a conceder ese beneficio migratorio en marzo de 2012.
La prórroga la dio a conocer hoy en un comunicado el secretario de Seguridad Nacional en funciones, Kevin McAleenan, ya que el TPS para ese país vencía el próximo 30 de septiembre, después de que en enero de 2018 fuera ampliada por 18 meses su vigencia.
«La decisión de extender el TPS para Siria se tomó después de una revisión de las condiciones en las que se basa la designación de ese país, que era un conflicto armado en curso y condiciones extraordinarias y temporales», detalló el documento.
La nota agregó que, después de una consideración cuidadosa de la información disponible, el secretario de Seguridad Nacional en funciones determinó que las condiciones en ese país «continúan existiendo».
Este beneficio, que cobija a aproximadamente 7.000 inmigrantes, estará vigente hasta el 31 de marzo de 2021, puntualizó la información oficial, que señala que la próxima decisión sobre el TPS para Siria deberá anunciarse el 30 de enero de 2021 o antes.
El TPS es un programa migratorio creado en 1990 con el que Estados Unidos concede permisos de forma extraordinaria a los nacionales de países afectados por conflictos bélicos o desastres naturales.
Durante décadas, Estados Unidos renovó de manera automática por periodos de 18 meses el TPS, pero el Gobierno del presidente Donald Trump decidió reevaluar las condiciones que justificaron la concesión del programa país por país.
En febrero pasado, Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) extendió hasta enero de 2020 el TPS para los beneficiarios de El Salvador, Nicaragua, Haití y Sudán.
La medida se adoptó después de que un juez de la Corte para el Distrito Norte de California bloqueó en octubre de 2018 el cese del TPS ordenado por el Gobierno estadounidense para Sudán, El Salvador, Nicaragua y Haití.
Trump había ordenado a los beneficiarios del TPS -unos 263.000 salvadoreños, 86.000 hondureños, 58.000 haitianos, 5.300 nicaragüenses y un millar de sudaneses- que prepararan «su salida» de EE.UU. o buscaran una alternativa migratoria legal.
Estados Unidos concedió el TPS a Siria en marzo de 2012, un año después del estallido del conflicto armado interno y antes de la irrupción del Estado Islámico (EI).
Cuando el Gobierno de Barack Obama extendió por última vez el TPS para Siria en 2016 justificó que «exigir el retorno de esos nacionales a su país de origen supondría una grave amenaza para su seguridad personal».
Trump, que durante su campaña en 2016 mantuvo una política hostil hacia los inmigrantes y refugiados sirios, intentó desde la Casa Blanca prohibir permanentemente la entrada a EE.UU. de los ciudadanos de ese país con un veto migratorio, el cual fue bloqueado en los tribunales.